¿Qué podemos hacer por alguien que está sufriendo un ataque de ansiedad?

Dos de cada diez personas ha sufrido o está en riesgo de padecer algún tipo de trastorno o crisis de ansiedad, lo cual se ha acrecentado con la pandemia de Covid-19 que ha azotado el mundo.

La pandemia ha provocado mucha más ansiedad

Tener picos de ansiedad en determinados momentos de nuestras vidas es algo normal e incluso natural, ya que es un mecanismo de nuestro cuerpo para estar alerta y reaccionar ante una posible situación amenazante, por ello podemos sentir nerviosismo, inquietud y nuestro ritmo cardiaco acelerarse.

Un examen, un evento importante, la espera de unos resultados, etc, pueden ser casuísticas habituales que nos pueden causar cierto nerviosismo. Esta ansiedad se convierte en trastorno cuando los síntomas se producen de manera frecuente, sin que exista un motivo o una ‘amenaza real’ o cuando esta no ocurre de verdad, sino que se produce tan solo con imaginarnos que algo malo podría ocurrir.

¿Cuáles son los síntomas de esta dolencia?

Ataque se le llama a cuando viene de repente, de forma intensa y agresiva. Los síntomas que suele experimentar la persona que está sufriendo una crisis de este tipo son palpitaciones, taquicardias, hiperventilación, sudor, boca seca, sensación de falta de aire, temblores, dolor en el pecho o en el abdomen, mareos, sensación de irritabilidad, nauseas y hormigueos en las extremidades.

Normalmente, estos ataques son breves y no representa un riesgo vital, pero producen un enorme malestar a quienes lo sufren. De hecho, en muchas ocasiones piensan incluso que van a fallecer debido a que los síntomas a veces recuerdan a los de infarto.

¿Cómo ayudar a alguien que está en plena crisis?

Lo primero que hay que hacer si estamos cerca de alguien que está sufriendo una crisis ansiedad es intentar mantener la calma y rebajar su nerviosismo. Es buena idea acercarnos e intentar tranquilizar a la persona sin decirle directamente que se calme, hablándole en un tono tranquilo, en voz baja y firme, con frases cortas y simples, demostrándole que estamos con él o ella.

Es importante que entienda que estamos a su lado y le vamos a ayudar. Muy importante es hacerle respirar con respiraciones profundas y lentas y preguntarle qué necesita. Una técnica que suele funcionar es invitarle a concentrarse en otras tareas, que cuente hasta diez o que mire un punto fijo. El objetivo es que se distraiga y deje de pensar en los síntomas y sensaciones que está experimentando.

Aunque las acciones mencionadas anteriormente suelen ser bastante efectivas, hay que decir que, en ocasiones, puede que el ataque de ansiedad no remita con ellas. Si es así, y se nota que la crisis dura más de 15 minutos, la mejor opción es acudir a urgencias rápidamente, ya que, en estos casos, es más que probable que el paciente requiera de tratamientos médicos para recuperarse.