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El 23 % de los arrendadores tomará medidas en el futuro tras incrementarse en las actualizaciones de rentas del alquiler del tope del 2 % que se puso en 2022 y 2023, al 3 % en 2024 a la espera de que el nuevo índice de referencia recogido en la ley de vivienda entre en vigor en 2025, según un estudio de Fotocasa Research.
En concreto, y según apuntó el portal inmobiliario este jueves, frente a esta medida, uno de cada dos propietarios de vivienda en alquiler dice que tomará medidas en el futuro y un 23 % de los arrendadores desean poner un precio más alto tras la finalización del contrato.
Búsqueda de inquilinos capaces de pagar un alquiler más alto, otra de las medidas de los arrendatarios
Otra medida que señala el estudio y que quieren poner en marcha los arrendadores es buscar inquilinos que puedan asumir un mayor precio del alquiler, pues un 17 % de los propietarios quieren tomar esta medida, un porcentaje dos puntos por debajo respecto a hace un año.
Por otro lado, los que se plantean vender el piso una vez finalice el contrato de arrendamiento pasan del 6 al 9 %, así como los que estudian destinar posteriormente la vivienda a alquiler vacacional, que sube del 6 al 7 % de porcentaje superior según los datos del análisis.
Además, los posibles cambios que los arrendatarios barajan para los nuevos contratos de alquiler también muestran diferencias según las edades de los propietarios, y así lo detalla el análisis sobre este sector.
La disminución de la idea de establecer un precio más alto una vez finalice el contrato se hace más patente dentro del colectivo de 55-75 años según destaca el informe, ya que los arrendadores de edades comprendidas en esta franja que se planteaban incrementar el precio eran en 2023 un 30 %, mientras que 12 meses después únicamente constituyen el 21 %.
Según el informe, también se detalla la intención de continuar con esa vivienda alquilada o venderla tras terminar el contrato
Entre los colectivos de propietarios más jóvenes existe una doble tendencia. Por un lado, y de manera tendencial, se observa un incremento en la predisposición a vender el piso una vez finalice el contrato entre los jóvenes de 25-34 años y, por otro lado, se aprecia un aumento de actitud conservadora dentro del colectivo de arrendadores entre los 34 y los 45 años, entre los que disminuye su intención de tomar medidas en respuesta al límite del 3 % a la subida del alquiler.
Por comunidades se observan algunas diferencias relevantes, siendo los arrendadores de Madrid relativamente más propensos a vender el piso una vez finalice el contrato de alquiler, siendo de un 10 %, y los de Andalucía, que se inclinan más hacia plantearse la compra de vivienda como inversión, que suponen un 12 %.
Con el panorama así, se verá próximamente como evolucionará este sector, y si la subida de precios se hace factible, chocando además con el problema de las zonas tensionadas que el Gobierno se encuentra en acción de resolver.
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