El Síndrome de Asperger ya no es un diagnóstico oficial: ¿cómo se clasifica ahora?

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10/03/2025 - 18:00
Un niño con autismo.

Lectura fácil

Durante muchos años, el Síndrome de Asperger se utilizó como diagnóstico para personas con características del autismo pero sin discapacidad intelectual ni dificultades significativas en el lenguaje. Sin embargo, desde la publicación del DSM-5 en 2013, este término dejó de usarse oficialmente y fue integrado dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

El cambio se realizó porque los estudios científicos demostraron que no había diferencias claras entre el Asperger y otros niveles de autismo. En lugar de dividirlos en categorías separadas, ahora se habla de un espectro con diferentes niveles de apoyo.

Cómo se diagnostica ahora el TEA

Según datos de Confederación Asperger España, este trastorno del neurodesarrollo afecta a entre 3 y 5 personas por cada 1.000 nacidos vivos, aunque se trata de datos estimativos porque existen registros oficiales.

El síndrome de Asperger se diagnostica con más frecuencia en hombres que en mujeres, quienes suelen ser diagnosticadas a una edad más tardía. Se desconoce aún su origen, aunque algunas investigaciones apuntan a que, al igual que ocurre con el autismo en general, su origen es biológico y genético, aunque la interacción ambiental podría influir en su desarrollo. Se manifiesta de diferente forma en cada persona, aunque todas tienen en común una discapacidad significativa en el área social, con dificultades para la interacción social, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación y la interpretación de los sentimientos y emociones, tal y como explica la Confederación. Sin embargo, son personas con un desarrollo del lenguaje normal y no tienen asociada discapacidad intelectual.

Actualmente, el Trastorno del Espectro Autista se diagnostica según criterios clínicos que evalúan dos áreas principales:

  • Dificultades en la comunicación e interacción social: Problemas para interpretar el lenguaje no verbal, entender normas sociales y establecer relaciones.
  • Patrones de comportamiento restringidos y repetitivos: Intereses muy intensos, rutinas rígidas, sensibilidad sensorial aumentada o disminuida.

Los especialistas ahora determinan el nivel de apoyo que una persona necesita en su vida diaria:

  • Nivel 1 (necesita apoyo): Puede comunicarse verbalmente y desenvolverse de manera independiente, pero requiere ayuda en situaciones sociales complejas.
  • Nivel 2 (necesita apoyo notable): Dificultades más evidentes en la comunicación y comportamiento que requieren intervenciones más frecuentes.
  • Nivel 3 (necesita apoyo muy significativo): Requiere asistencia constante debido a dificultades graves en la interacción y comportamiento.

¿Se sigue usando el término Asperger?

Aunque el Síndrome de Asperger ya no es un diagnóstico oficial, muchas personas que recibieron esta etiqueta siguen identificándose con ella. La comunidad autista y algunos profesionales continúan utilizando el término porque consideran que describe mejor sus características dentro del espectro.

Además, algunas organizaciones, como la OMS en su CIE-11, todavía incluyen la categoría de "Trastorno del Espectro Autista sin discapacidad intelectual ni deterioro del lenguaje", lo que se asemeja al antiguo Asperger.

Lo más importante es entender que todas las personas dentro del TEA tienen experiencias únicas, independientemente del término que se use. Lo clave es recibir el apoyo adecuado según las necesidades individuales.

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