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La realización de ayuno intermitente supervisada por el oncólogo ha demostrado su eficacia para luchar contra ciertos tipos de cáncer, según el bioquímico Valter Longo.
El experto ha realizado diez ensayos clínicos aleatorizados en las últimas dos décadas. Según su testimonio, se demuestra que su práctica en estos casos “es segura”.
“Hemos visto que esta dieta funciona en animales en casi todos los cánceres y en personas funciona en muchos cánceres; en otros tumores todavía no ha habido suficientes estudios como para probarlo”, destacó.
El ayuno intermitente se ha testado en animales y personas con diferentes tumores
El científico, que pertenece al Institute of Molecular Oncology de Italia y al Longevity Institute de la Universidad de Southern California (EEUU), explicó este miércoles a Servimedia que hacer ayunos programados, personalizados y supervisados por un oncólogo "funciona” ante tratamientos de quimioterapia en cánceres como el de pulmón, páncreas o mama, tal y como recoge en su nuevo libro ‘El ayuno contra el cáncer’.
Longo puso un ejemplo de la aplicación de la terapia del ayuno intermitente a pacientes de cáncer de mama. “Se comprobó que las mujeres que estaban haciendo todos sus ciclos de quimioterapia, más esta practica, han tenido cinco veces menos probabilidades de no responder al tratamiento, lo que quiere decir que han respondido mejor a esa terapia”.
Y si el ayuno intermitente tiene resultados, ¿por qué los oncólogos no la implantan en sus tratamientos de forma masiva? Algunos oncólogos ya han empezado a probarla en diversos hospitales del mundo pero, según Longo, éstos especialistas siempre buscan las recomendaciones de la FDA estadounidense, lo que supondría una inversión de varios miles de millones de dólares en estudios científicos.
“Hemos propuesto hacer ensayos sobre el ayuno intermitente a las farmacéuticas, pero no están interesadas, aunque hayamos comprobado que los pacientes mejoran”, afirmó Valter Longo, quien insistió en que "los pacientes no pueden esperar".
Por ello, el doctor Longo argumentó que ahora se está “abriendo” el ayuno a los pacientes oncológicos, pero siempre con el apoyo de un oncólogo.
Destacó, además, que "no están diciendo a los pacientes que improvisen por sí mismos y que se pongan a ayunar por su cuenta "porque eso sería un desastre. Si el oncólogo no es partidario de probar esta terapia, siempre se puede consultar con otro especialista, dentro de la libertad que se tiene como paciente”, destacó.
Las células cancerígenas son sensibles a la falta de nutrientes
Valter Longo sostiene que las células cancerígenas son mucho más débiles de lo que se piensa y también son sensibles a la falta de alimento.
“El ayuno deja de dar alimentación a tus células sanas y éstas, al dejar de recibir alimentación, se protegen y crean lo que yo llamo un ‘escudo mágico”, explica Longo.
“Las células cancerígenas son ‘tontas’ y aunque no tengan ayuda, o no reciban nutrientes, ellas se 'revelan' y siguen trabajando sin alimento, por lo que van a acabar muriéndose”, apunta el experto.
Esta es la clave del éxito del ayuno intermitente, "ya que debilita a la célula enferma". En cuanto a la forma de realizarlo, este especialista resaltó que de lo que se trata es de llegar a un acuerdo el oncólogo para seguir "una dieta que simula el ayuno".
Según Longo, existen varios tipos de productos y de dietas, disponibles en el mercado español, pero declinó decantarse por ninguno de ellos, ya que "el ayuno intermitente siempre precisa realizarse bajo supervisión médica y con el apoyo de especialistas".
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