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El alumnado con discapacidad intelectual o del desarrollo se ha convertido, con el cierre de los colegios, en un grupo especialmente vulnerable debido a las dificultades que tiene para seguir desde sus hogares los contenidos que se están facilitando a través de Internet.
En concreto, Plena Inclusión España denuncia que buena parte de los 68.947 alumnos y alumnas con discapacidad intelectual o del desarrollo (dato del Ministerio de Educación), están desconectados desde que comenzó el confinamiento de la actividad académica.
Si se tiene en cuenta al alumnado con necesidades educativas especiales, la cifra sube a 722.000 jóvenes de centros ordinarios y específicos de toda España.
“Nos preocupa que este tema sea invisible para las autoridades educativas. El alumnado con discapacidad intelectual o del desarrollo es uno de los que sufre en mayor grado la brecha económica y digital, a lo que se une la cognitiva y de accesibilidad”, puntualiza Amalia San Román, responsable de Educación Inclusiva en Plena inclusión, quien añade: “con el cierre de los colegios esta situación se ha agravado”.
El 20% de las familias en España que tienen con hijos o hijas con discapacidad intelectual o del desarrollo, cuentan con una renta que es un 25% más baja que la media nacional y, además, se ven obligadas a asumir el 96% del coste de los apoyos que necesitan.
Si nos fijamos en los datos sobre familias procedentes de un estudio realizado por Plena inclusión, están conformadas cinco veces más que el resto por una sola persona adulta de referencia en el hogar: el 80% de esas personas adultas que asumen la monoparentalidad son mujeres.
Acción social desde Save the Children
Con el inicio de la pandemia del coronavirus, la organización Save the Children ha puesto en marcha el plan “A Tu Lado”, una iniciativa para apoyar a más de 2.000 familias en situación de pobreza en España.
Los objetivos son:
- Garantizar ayudas materiales que les permitan una alimentación básica.
- Proporcionar conectividad y educadores a distancia para garantizar el derecho a la educación.
- Dar atención psicoterapeútica a las familias que la precisen y apoyar el bienestar emocional de los menores y de las familias a través de pautas de crianza positiva y de gestión no violenta.
Una encuesta realizada por Save the Children entre familias que participan en sus programas, ofrecía ya en la primera semana del estado de alarma unos datos preocupantes, como que el 61% de estas familias había visto afectada su situación laboral, en su mayoría con la pérdida del empleo de ambos progenitores, o que el 41% de los encuestados reconocía que los niveles de estrés y problemas de convivencia habían aumentado debido a las precarias condiciones de la vivienda.
Datos que representan esta vulnerabilidad
El 40% de las familias no dispone de ningún equipamiento tecnológico, lo que impide la continuidad del proceso educativo de los niños y las niñas a través de plataformas digitales.
El 83% de los niños y niñas de las familias más vulnerables no realizan ninguna actividad física durante el confinamiento.
Más de 140.000 mil personas con discapacidad intelectual
Desde Plena inclusión, movimiento asociativo que trabaja con 140.000 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo a través de 935 entidades distribuidas por todo el Estado, se demanda a las comunidades autónomas que tengan en cuenta la especial vulnerabilidad del alumnado con NEE.
“Reclamamos que se faciliten a todas las familias los medios tecnológicos mínimos para que sus hijas e hijos puedan conectarse como el resto de sus compañeros. Y, además, que el alumnado con necesidades educativas especiales disponga de un apoyo específico para el desarrollo de las tareas”, exige Amalia San Román.
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