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Las cajas fuertes no son nuevas. El primer modelo o prototipo lo inventaron los hermanos Jeremías y Charles Chubb en el año de 1835. Ellos son los que constan en la historia como los inventores, pues solicitaron la primera patente que los acredita legalmente como los creadores del proyecto.
Sin embargo, desde esa fecha hasta hoy han sido muchos los adelantos incorporados a este elemento de seguridad. Hasta 1835 se usaban cofres de seguridad con candados. Tras el modelo de los hermanos Chubb, la seguridad cambió para siempre.
Hoy hay cajas fuertes para hogares tremendamente accesibles a precios bajos. Lo que sí es importante es que antes de comprar o instalar una, se cuente con el asesoramiento de un conocedor como un cerrajero Donostia. Este tipo de profesional puede indicar qué modelo, tamaño y tipo de caja fuerte colocar en cada casa o piso dependiendo de las características del inmueble y la seguridad requerida.
Esta es una guía de compra para una caja fuerte que se instale en los hogares.
¿Qué es una caja fuerte?
Una caja fuerte, llamada también caja de seguridad, es un dispositivo doméstico e individual hecho con metales muy resistentes como el acero o aleaciones de acero y/o titanio con sistemas de cierre difíciles de abrir por quien no tiene el código o la combinación.
Estas se guardan o esconden en sitios que pueden pasar inadvertidos, lo cual proporciona mayor seguridad. En ellas se protegen objetos valiosos como joyas, dinero en efectivo, documentos de propiedad, acciones, datos de archivos digitales, obras de arte o lo que su propietario considere de gran valor como para mantenerlo fuera del alcance de todo, especialmente de ladrones o intrusos.
El universo de cajas fuertes que el mercado ofrece es casi infinito y las hay de diversas marcas o modelos que se han hecho mundialmente famosas por sus características de inviolabilidad y seguridad.
Asimismo, las hay de enormes dimensiones como las de las bóvedas de los bancos, museos y similares a las de uso doméstico que pueden ser tan pequeñas como una caja de zapatos o de mayor tamaño en función de las necesidades de cada hogar. Estas últimas son para las casas y para instalar cualquier modelo hay que llamar a los expertos de reparahome.es que cuentan con una plantilla de cerrajeros expertos en todo tipo de trabajos.
Los tipos de cierres para estas también varían mucho. Desde las ruedas numeradas que se giran hacia la izquierda o la derecha con determinados dígitos hasta sistemas de códigos o contraseñas de seguridad o lectura de huella digital, comandos de voz o lectura de la pupila de ojos combinan las mejores y más innovadoras tecnologías para ofrecer máxima seguridad.
Cajas fuertes domésticas: seguridad en el hogar
Las cajas fuertes para uso en casas de familias son las conocidas como domésticas. Estas se dividen en dos grandes grupos que son las de empotrar o las de sobreponer. Las primeras se meten en un hueco hecho en la pared para esconderse detrás de cuadros, en habitaciones, áticos o sótanos y alejadas de la vista de los desconocidos.
Las de sobreponer, en cambio, se suelen anclar en alguna base con tiradores o sistemas robustos y se pueden instalar en armarios, estudios o cualquier sitio que se considere que ofrece seguridad.
Todos los modelos están hechos para resistir ataques y suelen ser de acero con aleaciones de manganeso para ser fuertes, robustas y, al mismo tiempo, resistentes al paso del tiempo y al óxido.
A diferencia de las cajas fuertes de bancos o museos, las domésticas no están regidas por normas homologadas y suelen tener un espesor de entre 2 y 15 milímetros en cada pared. Sobre los sistemas de apertura y cierre están los siguientes:
- Las que usan solamente una llave.
- Las que usan llaves y una combinación numérica y mecánica adicional. Estas son las de las ruedas numeradas que se ven en las películas y que se giran x cantidad de dígitos a la derecha o a la izquierda hasta que abren.
- Las que usan una llave y poseen una combinación alfanumérica electrónica en un panel digital. Son las que tienen un teclado táctil para marcar una contraseña.
- Las que solo poseen una combinación de contraseña o código electrónico. Estas son completamente motorizadas y electrónicas y pese a contar con un mecanismo mecánico, poseen también un complejo sistema de tarjetas electrónicas.
¿Cuál es la mejor caja fuerte doméstica?
De las cuatro modalidades de cajas fuertes para casa no se puede decir que una es mala y otra es buena. En realidad todas son excepcionalmente adecuadas para cada necesidad. En otras palabras, antes de comprar una hay que preguntarse ¿para qué se necesita?
Luego de tener la respuesta a esta interrogante se puede comprar y colocar uno de los modelos ya mencionados. El asunto está en que el ciudadano común sabe poco sobre esto. Es allí cuando los expertos entran en juego y hacen un diagnóstico de la casa, la zona, lo que se quiere resguardar de ladrones o intrusos y el presupuesto disponible.
De acuerdo a las necesidades de cada cliente los cerrajeros sabrán qué modelo, marca, tamaño y sistema de apertura y cierre es mejor para cada caso. Mucha gente comete el error de sobreestimar la situación y termina comprando un equipo que no es el adecuado y gastando dinero sin necesidad.
De allí la importancia de un conocedor de la materia para proponer el modelo, la marca, el material y el sistema de apertura y seguridad. Adicionalmente, pueden sugerir medidas adicionales de seguridad en el hogar como cámaras, alarmas o cerraduras para las puertas externas.
Cajas fuertes domésticas: ¿cómo deben ser?
Como ya se dijo la mejor caja fuerte es la que satisfaga las necesidades de seguridad de sus propietarios. Las hay baratas y sencillas, complejas y caras. Todas sirven para un determinado propósito.
No obstante, cualquier modelo que se elija debe tener como característica principal es ser de un material muy resistente como el acero en aleación con titanio o manganeso. Ambos tipos son inviolables o muy difíciles de abrir con herramientas de soldadura o taladros.
Otra particularidad de las cajas fuertes para casas es que no deben ser tan grandes y tienen que ser fáciles de esconder o camuflar, aunque no se trate de un modelo para empotrar en la pared. La idea de tener un dispositivo de estos es resguardarlo de la vista de extraños.
La mecánica interna, es decir, si se trata de un mecanismo con llave, con combinación o con contraseña digital puede determinarla tanto el nivel de seguridad como el presupuesto disponible. Un cerrajero o experto en seguridad puede ayudar a dilucidar este dilema.
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