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El calentamiento global, y con ello, el cambio climático, hacen que la superficie terrestre (suelo) del planeta libere carbono al perder su capacidad para almacenarlo. Así lo ha demostrado un estudio de investigadores del Reino Unido y de Suecia que se ha basado en más de nueve mil muestras de suele procedente de todo el mundo.
“El almacenamiento de carbono “disminuye fuertemente” a medida que aumentan la temperatura del planeta”
El estudio realizado por investigadores de las universidades de Exeter (Reino Unido) y Estocolmo (Suecia), se ha publicado en la revista “Nature Communications”. En él se ha demostrado que el almacenamiento de carbono “disminuye fuertemente” a medida que aumenta la temperatura media del planeta. Es lo que denominan “retroalimentación positiva”. En esta retroalimentación, el calentamiento global hace que se libere más carbono en la atmósfera, lo que provoca una aceleración en el cambio climático.
Dentro de ese calentamiento global, el carbono que se libera de la superficie terrestre dependerá del tipo de suelo que sea. Los suelos de textura grasa, que poseen poca cantidad de arcilla, pierden hasta tres veces más carbono que los de textura fina, que tienen menos arcilla.
La liberación de un pequeño porcentaje de carbono podría tener un gran impacto en el clima
Hartley, de la Facultad de Ciencias de la Vida y Ambientales de la Universidad de Exeter afirma que “debido a que hay más carbono almacenado en los suelos que en la atmósfera y todos los árboles del planeta combinados, la liberación incluso de un pequeño porcentaje podría tener un impacto significativo en nuestro clima”. Esto significa que el calentamiento global aumentaría por momentos hasta llegar a provocar consecuencias más graves en el medio ambiente.
Además, Hartley añade que las reservas de carbono que se sitúan en latitudes altas son más vulnerables al cambio climático, mientras que las que se encuentran en suelos de zonas tropicales, son menos vulnerables. Por cada 10 grados de aumento de la temperatura, el almacenamiento de carbono se redujo en más de un 25 %.
Un aumento disparatado en el calentamiento global de la atmósfera
El efecto invernadero es necesario para la vida en la Tierra, pero el problema se centra en que estamos aumentando la concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana y de la superficie terrestre. Un rápido aumento en los niveles atmosféricos de CO2 y otros gases de efecto invernadero podría producir cambios en los sistemas climáticos, y con ello, causar perturbaciones ecológicas y económicas. El calentamiento global está comenzando a ponerse en el punto de mira.
Por ello, es importante tener en cuenta algunos consejos para reducir las emisiones de CO2 en el planeta y frenar las consecuencias del calentamiento global. Fundación Aquae nos trae 10 maneras de reducirlas de una manera muy sencilla:
- Ser conscientes del impacto de las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.
- Reducir el uso del coche privado, es uno de los que más emisiones provoca.
- Practicar la movilidad sostenible.
- Aumentar nuestra eficiencia energética en casos como reducir la cantidad de lavadoras a la semana.
- Consumir energía renovable.
- Seguir una dieta con baja huella de carbono.
- Convertirse en un consumidor sostenible.
- Plantar árboles.
- Apostar por productos de kilómetro cero.
- Reclamar más implicación institucional en la lucha contra el cambio climático.
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