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El cambio de hora se aplica en todos los países de la Unión Europea, la modificación horaria busca un ajuste entre las horas de luz natural y las jornadas de trabajo de la población. Cuando cambiamos la hora, lo que logramos es que amanezca y anochezca a otro ritmo, un ahorro energético que repercute en el comercio y en nuestro estado emocional y físico.
Sin embargo, en invierno y otoño aumentan los niveles de tristeza que pueden conllevar a la depresión. Es por ello que atrasar el reloj una hora es una mala noticia para nuestro estado de ánimo.
Nuestro reloj interno se rige por los ritmos circadianos
Estos ritmos son los que marcan nuestro despertar o el momento de irse a la cama. Pequeños clicks internos que se mueven por el día, la noche (luz y oscuridad). Hormonas como la melatonina aumentan o disminuyen en función de la luz del sol, por lo que en esta ocasión el cambio de hora habrá afectado de manera negativa a nuestro descanso.
En concreto, este cambio de hora puede producir cansancio, irritabilidad, estrés y problemas de insomnio.
Expertos recomiendan mantener las rutinas para lograr un buen descanso pese al cambio de hora
Si durante estos días tras el cambio de hora no has logrado disfrutar de un buen descanso, no te preocupes, es algo normal.
Mantener los hábitos y rutinas diarias contribuye a facilitar el descanso y evitar la sensación de fatiga que puede ir asociada al cambio de hora según los expertos de la compañía Tempur Sealy Internacional.
Estos expertos consideran que es indispensable mantener unos horarios fijos en cuanto a descanso y alimentación para evitar el cansancio y la sensación de fatiga, ya que además del cambio al nuevo horario, la disminución de horas de luz y el descenso de las temperaturas propio del otoño influyen en los ritmos biológicos.
Consejos para lograr un buen descanso tras el cambio de hora
Existen una serie de tips recurrentes que ningún cambio de hora debería influir en ellos.
Es recomendable llevar un ritmo de vida regular a la hora de acostarse y levantarse, así como en las comidas, realizar ejercicio y dormir en colchones con una firmeza y tamaño proporcionados.
Expertos de Tempur indican que la postura ideal para dormir es de lado, con las caderas y piernas flexionadas, en posición fetal. Dormir boca arriba también es correcto y no es recomendable dormir boca abajo ya que puede dificultar la respiración.
Además, proponen orientar el dormitorio al descanso y la relajación, teniendo en cuenta la temperatura, la ideal es de 18 grados, la luz y la ventilación de la habitación, y también evitar el uso de smartphones y tabletas antes de acostarse.
Recuerda que para lograr un buen descanso no debes tomar café, alcohol y otras sustancias que puedan provocar excitación al menos seis horas antes de irte a dormir.
Respecto a la cena, no abuses de ella, intenta que sea una ingesta ligera y que se produzca siempre un par de horas antes de irte a dormir.
¿Qué pasa con las siestas? Si en tu rutina hay espacio para una pequeña siesta de 20 ó 30 minutos, puedes seguir ejerciéndola si con ello no alteras tu reloj biológico.
Sigue estos consejos para que el cambio de hora no perjudique tu descanso, así podrás adaptarte rápidamente al nuevo horario establecido.
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