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Hace un par de siglos, que se dice pronto, una congregación de monjes benedictinos de la Abadía de San Pedro de Solesmes en Francia, recibió un encargo muy especial: recopilar todos los manuscritos medievales de cantos gregorianos que les fuera posible encontrar. Con la buena voluntad de cumplir con lo mandado, los monjes benedictinos de varias generaciones consiguieron constituir una de las bibliotecas más importantes de que existen con un total de 400.000 facsímiles.
Estos documentos contienen cerca de dos millones de cantos gregorianos en su interior de los cuales se estima que cerca de 4.000 llevan siglos sin ser interpretados, permaneciendo así bajo las sombras por la dificultad de catalogar y recopilar la gran colección de que reposa en la Abadía de San Pedro. Aunque esto puede que estos vuelvan a tener vida gracias a un nuevo proyecto subvencionado por la Unión Europea que busca recuperar este patrimonio cultura.
Recuperar al rededor de 4.000 cantos gregorianos a través de la tecnología
La recopilación de archivos nunca es sencilla, ya que requiere de una búsqueda constante, una preparación del entorno para mantener adecuadamente los archivos y de realizar copias de todo aquello que entra en la bibliotecas que estamos generando. Si esto lo trasladamos a mediados del siglo XIX, cuando se iniciaron los trabajos recopilatorios de estos cantos gregorianos, sin artilugios como fotocopiadoras, ordenadores y ni qué decir de softwares que nos ayuden al registro y la selección de archivos, podremos darnos cuenta de la dificultad para el análisis de todo lo allí preservado.
Poco a poco y con el avance de la técnica, los facsímiles recuperados por los monjes durante décadas, empezaron a tener copias no solo manuales, sino también en fotografía o incluso algunos digitalizados. Ahora, con la llegada de la Inteligencia Artificial, la ambición de los que buscan recuperar y preservar los cantos gregorianos que se esconden en estas joyas documentales, quieren hacer uso de esta herramienta para aligerar los tiempos de revisión y organización.
El objetivo, además de tener un archivo mejorado y más accesible de todos estos cantos gregorianos, es también el de devolverles la voz, un elemento fundamental para disfrutar en todo su esplendor de estas obras artísticas. Unas obras que tuvieron su origen en el siglo VIII y que disfrutaron de gran popularidad en toda Europa durante siete siglos. hoy, gracias a la tecnología, podríamos estar más cerca de ello.
2.200 horas de grabaciones
El proyecto que ha puesto en marcha todo este trabajo se llama 'Repertorium' y contará con la colaboración de 4 instituciones españolas, entre las que se encuentran el Instituto Complutense de Ciencias Musicales o la Asociación Hispana para el Estudio del Cantos Gregoriano. Para completar el trabajo, el proyecto incluirá una grabación de cerca de 2.200 horas de varios de los cantos que se consigan integrar en la IA, de los cuales muchos llevan cientos de años sin ser interpretados ni escuchados.
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