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La recolección de agua de la niebla podría convertirse en una solución clave para abastecer a comunidades vulnerables en regiones extremadamente secas del mundo. Así lo revela un estudio realizado por investigadores de la Universidad Católica de Chile, la Universidad Mayor y la Universidad Libre de Bruselas, publicado en la revista Frontiers in Environmental Science.
El estudio, desarrollado a lo largo de un año, demostró que la captación de agua de este fenómeno podría aliviar significativamente la crisis hídrica en zonas como el desierto de Atacama, una de las regiones más áridas del mundo. En este territorio, donde la precipitación anual es inferior a un litro por metro cuadrado, los recursos hídricos provienen principalmente de reservas subterráneas recargadas hace miles de años.
La "cosecha de niebla" como recurso viable
Los investigadores evaluaron la viabilidad de la "cosecha de niebla", un método que permite recoger y almacenar agua procedente de la humedad ambiental. Esta técnica, que inicialmente se consideraba solo aplicable en zonas rurales, podría integrarse en entornos urbanos para complementar el suministro de agua en ciudades con escasez hídrica.
Virginia Carter Gamberini, profesora adjunta de la Universidad Mayor, destaca el impacto del hallazgo: "Nuestros resultados demuestran que la niebla puede ser una fuente complementaria de agua en zonas urbanas afectadas por el cambio climático".
El sistema de captación de agua de niebla se basa en estructuras sencillas: una malla suspendida entre dos postes actúa como superficie de intercepción para atrapar las gotas de humedad. Estas gotas se acumulan y son conducidas a tanques de almacenamiento. Lo más destacable es que este proceso no requiere energía externa, lo que lo convierte en una solución sostenible.
Para evaluar su eficacia, los investigadores llevaron a cabo un estudio de campo en Alto Hospicio, una ciudad en rápido crecimiento dentro del desierto de Atacama. En esta región, cerca de 10.000 personas viven en asentamientos informales sin acceso directo a redes de distribución de agua. La mayoría depende de camiones cisterna, lo que hace que el acceso al agua sea costoso e ineficiente.
Los datos del estudio revelaron que en un área de 100 kilómetros cuadrados alrededor de Alto Hospicio, es posible recolectar entre 0,2 y 5 litros de agua por metro cuadrado al día. Durante los meses de mayor captación (agosto y septiembre de 2024), la recolección alcanzó hasta 10 litros por metro cuadrado al día.
Un alivio para las Ciudades con escasez hídrica
La recolección de niebla podría ser una solución viable para mejorar la calidad de vida en zonas con acceso limitado al agua. Según Nathalie Verbrugghe, investigadora de la Universidad Libre de Bruselas, "este estudio sienta las bases para una adopción más amplia de esta tecnología en otras ciudades con problemas hídricos".
Sin embargo, los investigadores advierten que esta técnica debe verse como un complemento dentro de una estrategia más amplia de gestión del agua urbana.
El agua recolectada podría utilizarse para diversas finalidades, incluyendo el consumo humano, el riego de áreas verdes y la producción de alimentos. Para ello, sería necesario desarrollar infraestructura de almacenamiento y distribución.
Los datos del estudio indican que con una tasa media de recolección de 2,5 litros por metro cuadrado al día, una superficie de 17.000 metros cuadrados de malla podría generar hasta 300.000 litros semanales, suficientes para abastecer asentamientos urbanos vulnerables. Del mismo modo, una superficie de 110 metros cuadrados podría proporcionar 100.000 litros anuales para riego de zonas verdes.
Además, podría emplearse en la agricultura sin suelo, permitiendo la producción de entre 15 y 20 kilos de verduras de hoja verde al mes.
Consideraciones para su aplicación global
Para que esta tecnología funcione en otras regiones, es necesario contar con ciertas condiciones geográficas y climáticas. Entre los factores clave se incluyen la densidad de este fenómeno, los patrones de viento adecuados y la presencia de relieves elevados.
"Dado que la niebla es un fenómeno estacional en muchas áreas, se debe tener en cuenta esta variabilidad al planificar proyectos de recolección de agua", concluye Verbrugghe.
Este estudio abre nuevas posibilidades para mitigar la crisis hídrica en zonas áridas, ofreciendo una solución sostenible y de bajo costo que podría transformar la vida de miles de personas en el futuro.
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