Lectura fácil
En un mundo en constante evolución, las percepciones y cuidados hacia nuestras mascotas están experimentando un cambio profundo. Ainhoa Serna, una amante de los animales y dueña de Blaze, un cocker de color negro y canela de cuatro años y siete meses, comparte con el periódico El Mundo, su deseo de brindar un último adiós adecuado a su fiel amigo. Blaze, que la sigue a todas partes con su juguete favorito, es más que una mascota; es un miembro de la familia.
Ainhoa representa a un creciente número de dueños de animales de compañía que consideran que sus peludos amigos merecen un trato digno incluso después de la muerte. Y esto se ha convertido en una realidad en Málaga, donde el Ayuntamiento ha anunciado la creación de un cementerio de mascotas.
Un hito en el cuidado de mascotas en España
La creación de este espacio de descanso eterno para mascotas es una respuesta a la creciente sensibilidad social en lo que respecta al respeto y cuidado de mascotas.
La Comisión del Pleno de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga ha dado un paso significativo al aprobar este proyecto, que forma parte del programa de gobierno municipal para el período 2023-2027. Este cementerio de mascotas, ubicado en el Cementerio de San Gabriel en Málaga, es un hito en el cuidado de mascotas en España, ya que los cuatro cementerios similares existentes en otras ciudades son de propiedad privada.
La inversión en este proyecto es impresionante, superando el millón de euros (1.011.980,95 euros). Pero este no es un gasto, sino una inversión en el bienestar y el respeto hacia nuestros compañeros peludos.
El cementerio es de carácter público y se ha construido siguiendo criterios de sostenibilidad y eficiencia energética, lo que demuestra el compromiso del Ayuntamiento con la protección del medio ambiente, incluso en el cuidado de nuestras mascotas.
Este cementerio de mascotas cuenta con un edificio de atención al ciudadano que incluye una recepción, un despacho administrativo, un espacio para uso veterinario, aseos, un crematorio y una sala de despedidas.
Además de las cremaciones y entierros tradicionales, el cementerio ofrecerá una amplia gama de servicios para atender las necesidades de los dueños de mascotas. Estos servicios incluyen el traslado de animales fallecidos, la organización de actos de despedida, el alquiler de nichos y columbarios, así como la opción de dar de baja en el registro de mascotas. Esto proporciona a las personas la flexibilidad de elegir cómo desean honrar y recordar a sus queridas mascotas.
Reflexiones sobre el cementerio de mascotas
Aunque muchos dueños de mascotas en Málaga respaldan la idea del cementerio, algunas personas, como Gloria Muñoz y Macarena Granados, dueñas de Coco y Nico, un caniche toy y un yorkshire terrier, respectivamente, están indecisas sobre si utilizarán este servicio en el futuro.
Gloria sugiere que preferiría tener las cenizas de su mascota en un lugar más cercano y emblemático para la familia.
Macarena, por otro lado, considera la iniciativa respetable, pero insinúa que podría optar por mantener los restos de su mascota cerca de ella en lugar de enterrarlos en un cementerio de mascotas.
Los datos del Colegio Oficial de Veterinarios revelan que Málaga es la provincia andaluza con el mayor número de mascotas registradas. Con más de 350.000 animales de compañía, representa el 23 % del censo andaluz. En cuanto a los perros, solo en la capital malagueña hay registrados alrededor de 100.000 canes. Según los datos recopilados por el propio Ayuntamiento, a través de una encuesta incluida en el estudio de mercado y viabilidad económica antes del inicio del proyecto, el 89 % de las personas con perros estaría dispuesto a utilizar los servicios que ofrece el cementerio.
Esto demuestra cómo esta iniciativa ha calado hondo en una comunidad que valora cada vez más el bienestar de sus mascotas y desea brindarles un adiós adecuado. Sin embargo, algunos dueños consideran que los precios deberían ser más asequibles, especialmente en un contexto en el que los servicios para mascotas se están volviendo cada vez más comunes en la vida cotidiana de las familias.
Para que este proyecto se convierta en una realidad, debe ser validado por la Comisión del Pleno de Sostenibilidad Medioambiental y sometido a un período de exposición pública de 30 días naturales. Durante este tiempo, particulares y entidades podrán presentar sus alegaciones y opiniones sobre esta iniciativa que marca un cambio significativo en la forma en que honramos a nuestros amigos peludos en la vida y la muerte.
Añadir nuevo comentario