Proponen un nuevo perfil profesional para diseñar ciudades adaptadas a las personas mayores

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27/03/2025 - 17:00
Clara del Castillo, socióloga; Ángel Yagüe, sociólogo, coordinador AFC-Toolkit, Ceoma; y Eduardo R. Rovira, presidente de honor de Ceoma

Expertos que han participado en el proyecto europeo Age-Friendly Toolkit, liderado por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma) y financiado por Erasmus+, han propuesto crear un nuevo perfil profesional orientado al desarrollo de ciudades y comunidades amigables con las personas mayores en los países europeos.

Durante la presentación de los resultados del proyecto, que arrancó en 2022 con la participación de seis socios de cinco países, la socióloga y coordinadora de proyectos de la Asociación Edad Dorada-Mensajeros de la Paz, Clara de Castillo Peralta, explicó que el próximo paso será “presentar una solicitud a la Clasificación Europea multilingüe de Capacidades, Competencias, Cualificaciones y Ocupaciones (ESCO) para que incluya este perfil profesional”.

Tras una primera fase en la que se ha entrevistado a una treintena de expertos para determinar las competencias clave y el currículo formativo necesario de este nuevo perfil, los responsables del programa han concluido que debe ser un “profesional cualificado, capaz de diseñar, organizar, implementar y evaluar intervenciones sociales a nivel local, promoviendo sinergias entre diversos departamentos municipales, organizaciones sociales y empresas”.

Según los especialistas, su tarea debe consistir en “desarrollar acciones transversales orientadas a la creación de ciudades y comunidades inclusivas y amigables con las personas mayores, en línea con los ocho ámbitos definidos por la OMS: vivienda, participación social, reto e inclusión, participación cívica y empleo, comunicación e información, apoyo comunitario y salud transporte y espacios al aire libre y edificios”.

Asociaciones y expertos proponen crear un nuevo perfil profesional para desarrollar ciudades amigables con las personas mayores

El envejecimiento de la población es un desafío global que requiere cambios en la planificación urbana. Conscientes de esta realidad, asociaciones y expertos en urbanismo han propuesto la creación de un nuevo perfil profesional especializado en desarrollar ciudades más accesibles y adaptadas a las necesidades de las personas mayores.

Esta figura tendría como objetivo principal mejorar la calidad de vida de la población senior, asegurando que las infraestructuras urbanas, el transporte y los espacios públicos sean inclusivos, seguros y funcionales.

Ciudades que respondan a las necesidades del envejecimiento

El crecimiento de la población mayor de 65 años en muchos países ha puesto en evidencia la necesidad de adaptar las ciudades para garantizar una movilidad segura, acceso a servicios básicos y espacios de convivencia adecuados.

Actualmente, muchas urbes presentan barreras arquitectónicas y urbanísticas que dificultan la vida cotidiana de los mayores, como aceras estrechas, transporte público poco accesible y falta de bancos en espacios públicos. El nuevo perfil profesional ayudaría a identificar estos problemas y a proponer soluciones efectivas.

Un perfil clave para el urbanismo del futuro

El especialista trabajaría en colaboración con urbanistas, arquitectos y autoridades municipales para diseñar entornos más accesibles. Entre sus funciones estarían:

  • Evaluar la accesibilidad de calles, parques y edificios públicos
  • Proponer mejoras en el transporte y la movilidad peatonal
  • Impulsar la creación de espacios de socialización y recreación para mayores
  • Asesorar en políticas públicas para el envejecimiento activo

Este perfil también podría colaborar en la implementación de tecnologías que faciliten la vida urbana de las personas mayores, como sistemas de semáforos inteligentes o aplicaciones que optimicen el acceso a servicios.

Beneficios de una ciudad adaptada a todas las edades

Las ciudades diseñadas para ser inclusivas con las personas mayores no solo benefician a este grupo, sino a toda la población. Mejorar la accesibilidad y la seguridad urbana también favorece a personas con movilidad reducida, familias con niños y peatones en general.

Además, fomentar la autonomía de los mayores contribuye a su bienestar físico y mental, promoviendo el envejecimiento activo y reduciendo la dependencia. Una ciudad bien diseñada permite que las personas mayores sigan participando en la vida social y económica, lo que enriquece a la comunidad en su conjunto.

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