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El calentamiento global y el uso de la tierra podrían reducir a finales de este siglo un 74 % los hábitats donde viven los corales marinos en ecosistemas de aguas poco profundas.
Asimismo, los datos también dejan observar como mientras tanto, también habría descensos en marismas y manglares, y subirían en un 11 % los lugares con praderas marinas.
Esa es la proyección realizada por cuatro investigadores de Japón en un estudio publicado este miércoles en la revista ‘PLOS Climate’.
Los corales marinos y sus hábitats continuarán altamente dañados si se continúa con la crisis climática actual
Los ecosistemas de aguas poco profundas, donde se encuentran los corales marinos, tienen la función importante de absorber una cantidad significativa de dióxido de carbono (CO2) y, por lo tanto, se espera que ayuden a mitigar el cambio climático.
Mientras tanto, es probable que estos lugares se vean afectados por el cambio climático a través del calentamiento del agua de mar dada la actual situación.
Sin embargo, no está claro exactamente cómo la crisis del clima podría afectar el tamaño futuro de los ecosistemas de aguas poco profundas, como es el caso donde se asienta los corales marinos.
Para ayudar a aclarar su destino, Hirotada Moki, del Instituto de Investigación de Puertos y Aeropuertos de Japón, y sus colegas estimaron los cambios futuros en el área total ocupada por los cinco ecosistemas de aguas poco profundas que se consideran más importantes: praderas marinas, lechos de macroalgas, marismas, manglares y hábitats de corales marinos.
Los investigadores combinaron datos sobre los tamaños y distribuciones actuales de los ecosistemas con datos topográficos y aplicaron un modelo climático global para calcular los cambios potenciales hasta 2100.
Consideraron dos escenarios hipotéticos estandarizados: uno que representa las predicciones más bajas para futuras emisiones de gases de efecto invernadero y otro con emisiones más elevadas.
El estudio se ha realizado en base a dos escenarios que han planteado los investigadores
El análisis señala que el hábitat mundial de los corales marinos podría reducirse hasta en un 74 % a finales de este siglo, mientras que las praderas de pastos marinos podrían expandirse hasta un 11 % por el aumento previsto en la profundidad a la que la luz solar, que impulsa la fotosíntesis.
Para los lechos de macroalgas no se prevé que esa profundidad varíe mucho, con lo que sus hábitats se mantendrían, igual que las marismas y los manglares, en este caso porque la contracción causada por el aumento del nivel del mar se compensará por la expansión a nuevas áreas.
Sin embargo, tras tener en cuenta el desarrollo costero y el uso de la tierra, las marismas pueden reducirse en un 91,9 % y los manglares en un 74,3 %.
A pesar de que estos son dos escenarios hipotéticos, la actual crisis climática con el consiguiente calentamiento de los océanos, no solo causa daños en los hábitats de los corales marinos y demás, sino que ya se están sufriendo las consecuencias de la inacción humana, y cada vez, nos encontramos en una situación mucho más complicada de solventar.
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