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Hace unos seis meses desde que el pasado diciembre de 2019 llegaban desde Wuhan (China) las primeras informaciones sobre una neumonía de origen desconocido. La enfermedad, que posteriormente pasaría a denominarse oficialmente COVID-19, comenzó a propagarse por toda China y de ahí llegó a Europa.
Después de varios meses con drásticas medidas de confinamiento, todavía se desconocen muchos aspectos sobre el coronavirus.
Tendremos que aprender a vivir con el virus
Hasta aquí, eso lo tenemos claro. Que el coronavirus va a estar con nosotros durante mucho tiempo es algo que todos sabemos, al menos hasta que se logre una vacuna.
Algunos expertos aseguran que debido a que el COVID-19 es altamente contagioso, nunca llegará a desaparecer del todo y habrá que vivir con él al igual que se hace con la gripe.
Es más, lo que sí debemos tener también muy claro es que la mascarilla y el distanciamiento social seguirán siendo, junto a un lavado frecuente de manos,nuestra mejor arma.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha remarcado que "las mascarillas no reemplazan al distanciamiento físico, la higiene de manos y a otras medidas de salud pública. Solo son beneficiosas como parte de un enfoque integral en la lucha contra la COVID-19".
España sigue lejos de lograr la inmunidad de grupo
Así se desprende la segunda ola del estudio de seroprevalencia, ya que solo un 5,2% de los españoles han tenido contacto con el coronavirus.
¿Qué habría pasado si se hubiese optado por favorecer la inmunidad de grupo en lugar del confinamiento? La respuesta a esta pregunta la tuvo el pasado mes de abril el epidemiólogo Giovanni Rezza, jefe de enfermedades infecciosas del Instituto Superior de Sanidad de Italia: "Sin medidas en seis meses habríamos tenido la inmunidad colectiva, pero con un gran número de muertes y de afectados".
Lo que en principio parecía una enfermedad respiratoria que causa neumonía terminó siendo muy distinta con diferentes síntomas y consecuencias en cada paciente infectado. Seis meses después, sabemos que esta enfermedad no solo ataca a los pulmones, sino que también puede afectar al corazón, al cerebro, a los riñones y al hígado: se trata de una enfermedad multisistémica.
Son muchas las preguntas y dudas que siguen rondando nuestra cabeza
¿Puede transmitirse el coronavirus a través de objetos y superficies?
El debate de la transmisión del coronavirus a través de las superficies y objetos lo abrió un estudio que publicaba en marzo la revista New England Journal of Medicine, y que indicaba que el virus, en condiciones de laboratorio, podía sobrevivir hasta tres días en superficies como el plástico o el acero y unas 24 horas en el cartón.
Sin embargo, la OMS ha insistido en la falta de evidencia científica ante la posibilidad de contagio por contacto con superficies contaminadas.
En este sentido, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, se mostraba cauto: "La ausencia de evidencia de un efecto no significa que no exista. Es un factor de riesgo menor, pero el efecto se ha demostrado en otras patologías similares y probablemente existe, por lo que, hasta que no se demuestre lo contrario, debemos continuar con prudencia y seguir investigando".
¿Vencerá el calor al virus?
Esto es realmente confuso porque el coronavirus está presente en países donde hace mucho calor y donde hace mucho frío. Arnaldo Caruso, presidente de la Sociedad Italiana de Virología (Siv-Isv), apuntaba a los rayos ultravioleta como uno de los posibles factores por los que el COVID-19 "está perdiendo fuerza". No obstante, el clima cálido del verano no detendrá la pandemia.
En este punto, lo único demostrado es que los rayos ultravioleta destruyen el virus en superficie, que en el agua del mar no sobrevive, y que el riesgo de transmisión por el aire es menor en el exterior que en espacios cerrados.
¿Qué pasa con el número de contagios y fallecidos?
A pesar de que cada vez se realizan más test de detección, se desconoce el número exacto de personas que tienen o han tenido la enfermedad.
Tampoco se conoce la cifra exacta de fallecidos a causa de la pandemia, un extremo que Simón trató de aclarar: "No se preocupen, que los datos de fallecidos en España serán los más claros posibles". Simón volvió a explicar que "se está trabajando muy intensamente para que todos estos datos estén incluidos de la mejor manera posible. Algunas comunidades van a aumentar el número de casos, otras lo van a reducir; en otros casos ha habido errores en transcripción de casos, esto puede pasar"...
También llamó la atención sobre la sobremortalidad que desvelan sistemas como el Sistema de Monitorización de la Mortalidad diaria (MoMo) que elabora el Instituto de Salud Carlos III, y que habla de 43.000 fallecimientos más de los esperados entre marzo y mayo, si bien no pueden atribuirse todos ellos al coronavirus.
¿Cuánta carga viral se necesita para contagiarse?
Por otro lado, tampoco se conoce con certeza cuántas partículas de este virus son suficientes para contraer el coronavirus.
Lo que sí está constatado es que la exposición a un mayor número de partículas virales aumenta las probabilidades de infectarse y también de tener síntomas más graves. De ahí la importancia de evitar espacios cerrados abarrotados, utilizar mascarillas y lavarse frecuentemente las manos.
¿Y por qué unas personas enferman gravemente y otras no tienen síntomas?
Algunos expertos apuntan a la respuesta inmune de cada paciente como la clave para determinar la gravedad de la infección. Esta función inmune disminuye con la edad, por lo que las personas que se encuentran entre los 70-79 años son los más vulnerables a infecciones graves y letales, así como aquellas personas que padecen enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
El papel de los niños en la propagación del coronavirus
Lo único que está claro respecto a los niños es que enferman menos que los adultos, pero los científicos difieren en los motivos: mientras unos aseguran que su incidencia es menor porque no han estado tan expuestos al virus al cerrarse las escuelas, otros sostienen que no se han realizado suficientes pruebas en ellos al presentar síntomas muy leves.
También continúa estudiándose la relación entre el coronavirus y la enfermedad de Kawasaki en niños.
Si ya me he contagiado una vez, ¿puedo volver a contagiarme?
A día de hoy, se desconoce el tiempo que una persona que ha superado el COVID-19 puede permanecer inmune ante futuras infecciones y cuántos anticuerpos debe desarrollar un paciente para tener esa inmunidad.
Comentarios noticia
¿ Como vivir y controlar el virus Cv19 ?
La mascarilla es una "barrera" que no evita que te puedas contagiar, es más una medida burocrática que medica. Un deportista tendría que llevar un tipo de mascarilla especial que le permita respirar. Una persona en reposo o andando normal, expira e inspira de 40 a 45 veces por minuto, y un deportista expira de 100 a 120 veces en el mismo minuto, por tanto tiene 3 veces más posibilidades de contagiar y/o ser contagiado. Hay que poner mascarilla a todas las personas y más, a los deportistas.
Por último, se esta haciendo fatal el basar la enfermedad en el número de contagios, ya que nos vamos a contagiar todos (eso es inevitable y necesario). La solución pasa por infectar a todo el mundo con un mínimo de virus y controlar el proceso, que el cuerpo cree anticuerpos pero sabiendo cuanta carga de virus metemos en él. Los cuerpos jóvenes hasta 45 años, no tendrán problemas. Si algunos tienen patologías adversas, hay que controlarlos y medicalizarlos, pero el resto que son la inmensa mayoría, evolucionarán bien. Para mayores de 50 años, el control ha de ser personalizado. Actualmente solo mueren las personas que se contagian y no tenemos datos de que carga vírica tienen, morirán las personas, que su cuerpo no pueda hacer frente a tanta carga viral, es por eso la necesidad de conocer la carga vírica suministrada.
Los gobiernos se mueven por acuerdos, por política, por dinero, por poder... pero todos sabemos lo que hay que hacer. Háganlo
VM3 España
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