Lectura fácil
Un estudio reciente de investigadores de las universidades de Bristol, College de Londres, Oxford, Cambridge y Swansea, publicado en la revista JAMA Psychiatry, revela que las personas no vacunadas que contraen covid-19 de gravedad tienen una mayor incidencia de enfermedades mentales hasta un año después del contagio.
Este análisis se basa en los registros médicos de 18.648.606 adultos en Inglaterra, destacando la importancia de la vacunación en la mitigación de los efectos adversos del covid-19 en la salud mental.
Datos del estudio y diferencias entre vacunados y no vacunados
El estudio examinó dos cohortes: una de 18.648.606 adultos antes de que la vacunación estuviera disponible, y otra de 14.035.286 adultos vacunados. La edad media en la cohorte no vacunada era de 35 años, mientras que en la vacunada era de 53 años. Entre los no vacunados, el 5,2 % tenía un diagnóstico confirmado de covid-19, y entre los vacunados, el 6,2 %.
Los resultados mostraron que las enfermedades mentales, incluyendo depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, trastornos alimentarios y suicidio, eran significativamente más comunes en personas no vacunadas que habían experimentado covid-19 grave. La incidencia de depresión, por ejemplo, fue hasta 16,3 veces mayor en aquellos que habían sido hospitalizados por covid-19 grave en comparación con el período previo a la infección.
Implicaciones para la salud pública
Estos hallazgos subrayan el impacto considerable del covid-19 grave en la salud mental, especialmente en personas no vacunadas.
La vacunación no solo ayuda a prevenir la infección severa, sino que también reduce el riesgo de desarrollar enfermedades mentales graves asociadas con el covid-19. Según Venexia Walker, investigadora principal en epidemiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Bristol, estos resultados son cruciales para la salud pública y la prestación de servicios de salud mental.
Walker enfatiza que la vacunación puede ser particularmente importante para aquellos con enfermedades mentales, quienes pueden enfrentar un mayor riesgo tanto de infección como de resultados adversos tras el covid-19. Jonathan Sterne, profesor de Estadística Médica y Epidemiología en la misma universidad, añade que el estudio contribuye a una creciente evidencia sobre las complicaciones a largo plazo del covid-19, destacando la necesidad de continuar investigando y abordando estos efectos en la salud mental.
Añadir nuevo comentario