5 consejos y trucos para dormir muy bien con el aire acondicionado puesto

Con las olas de calor a la que nos enfrentamos cada verano, dormir con el aire acondicionado se convierte en la única forma de poder conciliar el sueño. Sin embargo, hacerlo trae consigo algunas molestias, normalmente relacionadas con la sequedad con la que se queda el ambiente, como inflamaciones en la garganta, molestias en la nariz o incluso por no poder regular adecuadamente la temperatura del ambiente.

Seguramente te ha pasado de dejar puesto el aire y de repente empezar a sentir demasiado frío y al apagarlo volver a notar calor. Este tipo de cambios también son molestos y antes que sacar las mantas de la cama para dormir, podemos tener en cuenta algunos consejos y recomendaciones para descansar de mejor manera, sin acabar pagando una factura de la luz demasiado elevada.

5 consejos y trucos para poder dormir con el aire acondicionado sin molestias

Para evitar estas complicaciones e incomodidades cuando dormimos con el aire acondicionado y poder tener noches mejores, te dejamos los siguientes consejos:

Aprende a utilizar mejor tu aparato de aire

Lo mejor es siempre conocer adecuadamente nuestro aparato de aire acondicionado. Mantener la casa a temperaturas muy bajas solo reseca más el ambiente. Por eso, lo mejor es programar temperaturas de 22 a 25 grados para acondicionar. También puedes buscar opciones de programar horas de apagado, climatización, etc.

Cuidar los filtros

Uno de los elementos más olvidados de los aires acondicionados son los filtros. En los filtros se acumula no solo polvo, sino otras partículas que también nos pueden llegar a generar alergias o a afectar a nuestras vías respiratorias, por lo que es más que recomendable cambiarlos o limpiarlos con frecuencia.

Usar el modo ventilación

En tu aparato de aire acondicionado lo más probable es que puedas encontrar un modo "ventilación" para cuando la estancia ya está lo suficientemente fresca. Este modo nos ayuda a seguir moviendo el aire fresco, además de generar una sensación de viento natural que no nos genera tanta incomodidad.

Usar un humificador

Una de las principales desventajas del aire acondicionado es la sequedad que genera, por lo que utilizar un humificador mejorará enormemente el ambiente y podremos dormir mucho más cómodos. Nos ayudará a evitar irritaciones en la piel y en las vías respiratorias, lo que evitará problemas como la inflación o incluso la tos que pueda generar el ambiente seco. También es muy útil para personas con problemas respiratorios.

Irse a dormir hidratado

La hidratación en verano cobra una especial relevancia, ya que el intenso calor promueve los golpes de calor, los mareos o la fatiga. Contrarrestarlo lo máximo posible bebiendo agua es también muy útil para irnos a dormir. Como ya hemos mencionado, el aire acondicionado reseca mucho nuestras vías respiratorias, beber agua antes de acostarnos nos ayudará a mantener esas zonas lo más húmedas posibles para que no sufran tanto durante la noche.