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Se acaba de presentar el Global Risk Landscape, un informe sobre los riesgos globales por reputación en organizaciones. Se trata del quinto informe sobre este campo que lleva a cabo BDO servicios de auditoría.
La principal conclusión que aporta este informe internacional, señala que las empresas son cada vez más vulnerables a las crisis reputacionales, ya que el 70% ha sufrido algún acontecimiento que han puesto en peligro su reputación.
Mapa de la reputación
La encuesta se ha realizado a países de: Europa, Oriente Medio, África, Asia-Pacífico y América. Han participado, un total de 500 altos ejecutivos.
El ritmo de las empresas en este momento se centra en la tensión a la que están expuestas, el aspecto clave, es la reputación. El 25% considera que el valor de las acciones puede ser el principal afectado por las crisis de reputación y otro 25% considera que puede haber una pérdida importante de clientes por este motivo.
Por su parte, Enric Doménech, socio de Risk Advisory de BDO, comenta: “La buena noticia es que hay consenso en su importancia y que muchas compañías ya han empezado a trabajar decididamente al respecto. La no tan buena noticia es que aún queda mucho por hacer y que, pese a considerarse un tema muy importante, en un gran número de compañías se perciben las diferentes acciones llevadas a cabo como acciones reactivas y de imagen más que de realidad”.
Las empresas que perciben más riesgos
Según el resultado de este informe, son las empresas familiares y las manufactureras, las que observan un mayor riesgo en este ámbito.
Un 45% considera que su estrategia es proactiva y más de un tercio (35%) valora que actúan de forma reactiva cuando se trata de estos asuntos. Se trata de una cuestión que divide a los CEO y managers de las empresas con respecto a la reputación.
Desde estas posiciones (CEO y managers), expresan en el estudio que la integridad y la transparencia son dos valores esenciales en las compañías, más aún en unos años actuales y futuros en los que se espera que el mercado y los grupos de interés sigan reclamando mayor nivel de información y confianza en los negocios de las compañías y en sus directivos.
Elementos que aportan valor
Según el informe, el Propósito de los negocios y confianza en el liderazgo son percibidos hoy como los elementos más importantes de integridad.
Nigel Burbidge, socio a cargo del área global de Risk Advisory de BDO, declara al respecto: "Es evidente que la integridad es fundamental y el 99% de los encuestados estuvieron de acuerdo en ello. Mostrarse como una empresa confiable aporta ventajas extraordinarias a la empresa y le asegura la fidelidad de sus clientes. Ellos acuden en masa a las marcas en las que creen y ese sentimiento de integridad permite a las organizaciones posicionarse por encima de sus competidores en cada sector”.
“Sin embargo, no hay acuerdo sobre quién es responsable de la integridad y la transparencia. Una de cada tres empresas reconoce ser reactiva en cuanto a la reputación y esa no es la mejor estrategia. Un preocupante 87 % considera que su empresa puede ser culpable de ejercer el llamado lavado de integridad (acto por el que las corporaciones se preocupan más por cómo se percibe su integridad que por llevarla a la práctica), por lo que claramente hay mucho trabajo por hacer. De hecho, casi la mitad de los ejecutivos (49 %) está de acuerdo con la afirmación: Mientras más se perciba nuestra integridad, menos prioridad damos a ponerla en práctica. La integridad debería ser parte de la esencia de las empresas y todos deberían compartir ese mismo espíritu”, añade Nigel Burbidge.
Adversidades de las empresas
El informe de este año ha destacado los riesgos tecnológicos y la desaceleración económica. Se hace referencia a las adversidades en las que las compañías encuestadas no pusieron atención para fortalecerse.
Los riesgos para los que las empresas están menos preparadas en 2020 son: una recuperación económica lenta (37%), ciberataques (34%), e interrupción del negocio (28%).
Por su parte, Doménech, socio responsable de Risk Advisory de BDO en España, apunta: “No es de extrañar que en la situación actual que atraviesan las compañías, los riesgos de desaceleración económica, lenta recuperación y la interrupción de los negocios sean los más preocupantes, junto a los riesgos tecnológicos vinculados con la piratería y los delitos informáticos que siguen estando entre los tres primeros”. Y añade: “Tendremos aún que esperar los efectos que la interrupción de los negocios por la pandemia ha supuesto para las empresas, pero lo que está claro es que se plantea un nuevo escenario de riesgos y amenazas a los que deberemos ir preparando nuestras compañías para afrontar con éxito el futuro de los negocios”.
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