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La Fundación Real Madrid continúa trabajando con la Fundación Mapfre tras más de 10 años. Las dos organizaciones tratan de combatir la exclusión social durante la infancia en países como Brasil, Estados Unidos, El Salvador, Filipinas, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana, dónde el conjunto blanco tiene en pie proyectos sociodeportivos dirigidos por la Fundación.
Más de 1.900 niños se benefician de estos programas cada año dónde según aseguran la Fundación Real Madrid y la Fundación Mapfre que los menores se educan en valores a través del fútbol y el baloncesto. En estos servicios reciben refuerzo escolar, atención médica y psicosocial.
La labor de la Fundación Real Madrid durante el Covid es muy importante
La Fundación Real Madrid trabaja para mejorar la vida de los menores en riesgo de exclusión utilizando el deporte como herramienta de educación en valores. Cuenta con proyectos en 82 países de los cinco continentes para que el deporte llegue a todos los niños y niñas del mundo sean cuales sean sus circunstancias y capacidades.
Es importante resaltar que las diferencias entre el hemisferio norte y sur son muy grandes. A nivel educativo es muy importante redundar en esta idea porque, los niños del hemisferio sur no han podido volver a clases con todas las garantías. Sin embargo, los niños del hemisferio norte estuvieron confinados, pudieron seguir el final de curso desde sus portátiles y, tras más de seis meses pudieron volver sin problemas aunque con restricciones a sus colegios.
El riesgo de exclusión social puede ocurrir en cualquier parte del planeta
Poco queda de aquel lema del principio de pandemia que decía que “nadie se iba a quedar atrás”. Parecía que íbamos a salir mejores de una catástrofe como el Covid – 19. Sin embargo, en algunos casos ha sido todo lo contrario. Es muy importante apoyar no solo los proyectos de la Fundación Real Madrid sino los de cualquier asociación que tenga como objetivo reducir la exclusión social durante la infancia.
Uno de los aspectos más importantes para la vida es la formación. Muchos menores han debido de dejar los estudios porque sus padres se han quedado sin trabajo a raíz del Covid – 19. La consecuencia es que, ellos, con su corta edad, deben realizar trabajos eminentemente físicos o trabajos para los que no están capacitados.
No hace falta irse tan lejos para encontrar estas realidades. Muchas familias de nuestro país viven en lo que los expertos demográficos denominan la España vaciada. En muchos casos, los estudiantes de las zonas rurales han tenido más dificultad para acceder a los contenidos y hacer las tareas. Por ello es importante concienciar a la población no solo de la exclusión social a lo largo del globo sino también dentro de nuestras fronteras.
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