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Cinco agencias de la ONU han revelado que, en 2023, aproximadamente 733 millones de personas sufrieron hambre, lo que equivale a 1 de cada 11 en el mundo y 1 de cada 5 en África. El informe indica que estamos lejos de alcanzar el objetivo de Hambre Cero para 2030, con niveles de desnutrición comparables a los de 2009.
Un total de cinco entidades de las Naciones Unidas presentan un informe sobre la nutrición y la seguridad alimentaria
Cinco entidades de las Naciones Unidas han presentado un nuevo informe sobre la seguridad alimentaria y la nutrición a nivel mundial, revelando que en 2023 alrededor de 733 millones de personas padecieron hambre. Esta cifra representa a una de cada 11 personas a nivel global y a una de cada 5 en África.
El informe subraya la alarmante realidad de que la meta de erradicar la hambruna para 2030 parece cada vez más inalcanzable. De hecho, los datos muestran que la situación ha retrocedido a niveles similares a los de 2009, marcando un retroceso de 15 años en los esfuerzos para combatir la desnutrición.
África experimenta el mayor número de personas en situación de hambre
En términos de regiones, África es la que experimenta el mayor aumento en el número de personas hambrientas. En contraste, la situación en Asia se mantiene relativamente estable, mientras que en América Latina se observa una ligera mejora.
Sin embargo, el informe también revela un estancamiento preocupante en el progreso general, con cerca de 152 millones de personas subalimentadas adicionales en comparación con 2019.
Además, la ONU ha recordado a Israel que utilizar el hambre como arma constituye un crimen de guerra y ha exigido que se permita la entrada de ayuda humanitaria a las áreas afectadas.
El acceso de alimentos sigue siendo un desafío crítico para muchas personas
El informe de las Naciones Unidas también destaca que el acceso a alimentos sigue siendo un desafío crítico para miles de millones de personas en todo el mundo. Muchas personas no pueden permitirse comer diariamente o mantener una dieta adecuada, lo que contribuye a una creciente inseguridad alimentaria.
Además, la prevalencia de la anemia entre mujeres de 15 a 49 años ha aumentado, afectando a cerca del 30 % de esta población globalmente.
Chema Vera, director ejecutivo de UNICEF España, identifica tres factores clave que están impulsando el incremento del hambre. El primero es la alta inflación, que afecta a todos los países, pero tiene un impacto desproporcionado en aquellos que ya se encuentran en situaciones vulnerables, elevando el costo de los alimentos básicos.
El segundo factor es el cambio climático, que afecta especialmente a los países africanos y asiáticos. Estas regiones, al no contar con los recursos necesarios para adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, sufren un impacto más severo en sus sistemas agroalimentarios. Finalmente, los conflictos, tanto internos como internacionales, agravan aún más la situación de hambre y desnutrición.
Chema Vera subraya que la solución a esta crisis requiere un aumento significativo en la financiación internacional. Esta inversión debería dirigirse a mejorar los sistemas agrícolas, facilitar la adaptación al cambio climático y fortalecer la ayuda alimentaria para los países más afectados.
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