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La joven de Zimbaue, Natsiraishe Maritsa tiene 17 años y hace un tiempo creó Vulnerable Underaged People's Auditorium, una asociación que da clases grupales a niñas. Su principal objetivo es que las niñas se liberen de matrimonios a edades tempranas. Ese paso le dio porque vio que a su alrededor muchas de sus amigas y parientes cercanas estaban siendo víctimas de matrimonios infantiles.
Maritsa lleva embarcada en este proyecto un año y durante esas semanas ha trabajado con más de un centenar de niñas
¿Cómo trabaja Maritsa en la asociación?
Nuestra protagonista suele visitar los entornos familiares en los que se mueven sus “alumnas” y muchas veces comprueba que quien presiona a las jóvenes son los propios padres. Las sociedades de países subdesarrollados o en vías de desarrollo hacen creer a sus mujeres que son un objeto. Primero de su familia a la hora de cuidar de su familia.
En este caso, la familia carnal trata de “entrenar” a esas niñas para ser buenas esposas, madres y sobre todo, amas de casa.
El matrimonio infantil, una práctica que se realiza a menudo en los países africanos
Un estereotipo que se desarrolla mucho en este continente ya que, la cifra que aporta Unicef sobre matrimonios infantiles hasta 2050 es demoledora. La ONG destaca que actualmente son 125 millones de niñas las que se ven obligadas a contraer matrimonio antes de cumplir los 18. Esta cifra supondrá más del doble dentro de 30 años: 310 millones de niñas.
En todas las demás regiones del mundo, las tasas actuales de reducción y las tendencias demográficas implican que habrá menos niñas casadas cada año. Sin embargo, en 2050, África superará a Asia meridional como la región con el mayor número de mujeres de 20 a 24 años que se casaron siendo niñas.
Hay que acabar con el matrimonio infantil
La iniciativa de Maritsa es una de las mejores para acabar con el matrimonio infantil. De ello ha tomado nota la Unión Africana que ha diseñado un plan para terminar con ello. El plan de acción que se ha pasado a los Gobiernos trata de accesos a educación de calidad y servicios de salud reproductiva. Otra parte del plan consistía en fortalecer y hacer cumplir las leyes y políticas que protegen los derechos de las niñas y prohíben el matrimonio antes de los 18 años.
Unicef ha señalado en un comunicado que “El número de niñas afectadas –y lo que esto significa en términos de infancias perdidas y de futuros destruidos– subraya la urgencia de prohibir la práctica del matrimonio infantil de una vez por todas”. Además, el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, ha señalado que “cada niña casada es una tragedia individual”.
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