Lectura fácil
Para aprender a vestir de una forma más sostenible tenemos que empezar por hacer pequeños cambios en nuestras costumbres.
El objetivo de estos cambios es no gastar más recursos del planeta y no generar tantos residuos textiles.
Cada prenda que tenemos en nuestro armario ha consumido una gran cantidad de recursos y aunque la depositemos en un contenedor, no siempre se puede reciclar porque muchos tejidos son de mala calidad.
Para vestir de forma sostenible tenemos que reducir el consumo de ropa nueva, reutilizar la que ya existe, y reciclar las prendas para que tengan un uso diferente, o se pueda convertir en nuevas materias primas,
¿Cómo podemos reducir el consumo de ropa nueva?
1. Utilizando prendas de buena calidad y cuidándolas bien
Cuanto mejor es la calidad de una prenda, más tiempo nos va a durar en buen estado.
Si además la cuidamos bien, siguiendo las instrucciones del fabricante para el lavado y la colgamos correctamente en el armario, conseguiremos que tengan una vida útil más larga.
Cuando alargamos la vida de una prenda reducimos su impacto en el medio ambiente.
2. Creando una “armario cápsula”
Este tipo de armario contiene un número limitado de prendas. Estas prendas serán preferiblemente básicas y atemporales.
Es importante que nos sintamos verdaderamente a gusto con ellas y que se puedan combinar entre sí.
Crear un “armario cápsula” es bastante parecido a preparar la maleta para un viaje. Primero pensamos qué vamos a necesitar en función de las actividades que tengamos planeadas.
Después preparamos conjuntos intentando que las prendas se puedan intercambiar de unos a otros.
3. Alquilando la ropa, en lugar de comprarla
Cuando buscamos ropa para ponernos en una ocasión especial y sabemos que seguramente solamente nos la vamos a poner una vez una alternativa a la compra de ropa nueva es el alquiler.
En la actualidad también existen
plataformas de alquiler de ropa (Fashion Renting) en las que se puede obtener
ropa nueva cada mes por medio de una suscripción, y usarla sin necesidad de
comprarla.
Recuperar la costumbre de reutilizar la ropa
1. Intercambiándola con familiares y amigos.
Una forma divertida de hacerlo es organizando una “Sawp Party”.
Se llama así a fiestas que se basan en el intercambio de ropa, complementos y accesorios que se encuentran en buen estado.
Son eventos a los que todos los asistentes llevan un número determinado de prendas aprovechables previamente lavadas y planchadas., con el objetivo de hacer un intercambio.
2. Vendiendo y comprando en el mercado de segunda mano.
Aunque en nuestra sociedad se suele asociar al concepto de “ropa usada” y puede sugerir también pobreza, es una forma de alargar la vida útil de las prendas, que muchas veces se desechan en perfecto estado. Cada vez más se ve en este mercado la oportunidad de vestir con prendas más originales y con más personalidad.
En la actualidad podemos comprar y vender ropa de segunda mano tanto en tiendas y mercadillos como en plataformas on line.
3. También podemos donar la ropa que ya no utilizamos:
A Parroquias y ONGs, ayudando así a resolver los problemas y necesidades de otras personas.
E incluso a colegios para la realización de disfraces, vestuario de teatro, etc…
Practicar y valorar el reciclaje
1. Reciclaje creativo
Es una forma de transformar y convertir las prendas que ya tenemos en piezas únicas. Esta es una opción en la que trabajan cada vez mas diseñadores de moda, que también experimentan con materiales realizados con residuos textiles (reciclaje industrial).
Con bastante frecuencia podemos ver en las pasarelas de moda colecciones que aúnan arte y creatividad con reciclaje y conciencia medioambiental.
El reciclaje creativo también se puede practicar en casa.
Con la ropa que ya no utilizamos
podemos crear nuevas prendas y/o complementos. En internet podemos encontrar
tutoriales con ideas e instrucciones para distintos niveles de dificultad. Y
siempre podemos darles un estilo nuevo cambiando detalles, (poner parches,
añadir bolsillos , volantes …), o sea que las podemos personalizar.
Cuando personalizamos una prenda y le damos una nueva vida, no sólo reducimos su impacto ambiental. También la cogemos cariño y seguramente por eso también la cuidaremos mejor.
También podemos transformar algunas prendas en cojines, delantales o bolsas de tela, hacer manualidades infantiles como por ejemplo marionetas, o confeccionar tejidos nuevos mediante la técnica del “patchwork”.
2. Reciclaje doméstico
Siempre hay prendas que podemos convertir en “trapos” o bayetas para utilizar en la limpieza del hogar (limpiar los cristales por ejemplo) y en la medida de lo posible sustituir a las esponjas y estropajos que también se convierten en residuos contaminantes.
En Escuela de Imagen y Moda Fácil pensamos que para empezar a vestir de manera sostenible es importante cambiar nuestra relación con la ropa y tener en cuenta la cantidad de recursos naturales, materiales y de trabajo humano que han sido necesarios para su fabricación. De esta manera avanzaremos hacia un cambio de mentalidad y empezaremos a actuar con una mayor responsabilidad social y ambiental.
[Puedes leer más artículos de Paola aquí]
Paola Torres Muinelo (VíaPaolablog)
Equipo Escuela de Imagen y Moda Fácil
www.tomu.es
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