Al final del verano, los mayores en residencias pueden sentir tristeza por volver a la rutina. Aunque mantienen actividades, el cambio de estación y la reducción de salidas afectan su ánimo.
Al menos una de cada cuatro personas que se encuentra en coma tras sufrir una lesión cerebral puede oír y es consciente de lo que ocurre a su alrededor, aunque no pueda responder físicamente.