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En 2023, un total de 6.618 personas perdieron la vida intentando llegar a España, con una media de 18 fallecimientos diarios, casi tres veces más que el año anterior, según el informe “Monitoreo Derecho a la Vida” de Caminando Fronteras. Este año se considera el más mortífero desde que se tienen registros desde 2007, destacando los meses de junio y octubre como los más críticos, según datos presentados en Madrid.
Más de seis mil personas perdieron la vida tratando de llegar a España
En 2023, la trágica cifra de 6.618 personas perdió la vida tratando de llegar a España, marcando un aumento significativo en comparación con las 2.390 muertes registradas el año anterior, según el informe “Monitoreo Derecho a la Vida” de Caminando Fronteras.
Este año se ha catalogado como el más letal desde que se iniciaron los registros en 2007, destacando los meses de junio y octubre como los más mortíferos, según los datos presentados en Madrid.
Entre las víctimas se contabilizan 363 mujeres y 384 niños. La mayoría de las tragedias ocurrieron en la ruta atlántica hacia Canarias, con 6.007 fallecimientos, mientras que 434 personas perdieron la vida en la ruta argelina del Mediterráneo occidental. Además, 147 migrantes perecieron en el Estrecho de Gibraltar y 30 en la ruta de Alborán.
La situación alcanzó proporciones críticas en la ruta hacia Canarias, donde un promedio de 16 personas perdieron la vida diariamente en pateras o cayucos, triplicando las cifras del año anterior, que registró 1.784 muertes en la misma ruta.
Estos datos reflejan un año en el que el número de migrantes detectados intentando ingresar irregularmente a España, ya sea por vía marítima o terrestre, se disparó a 56.852, un aumento del 82,1 % en comparación con el año anterior, según el informe del Ministerio del Interior.
Caminando Fronteras documenta un total de 84 embarcaciones desaparecidas
En el transcurso del año pasado, Caminando Fronteras ha documentado 84 embarcaciones que desaparecieron en las travesías hacia España, según las alertas marítimas y la información proporcionada por familiares y comunidades migrantes. Las mayores pérdidas se registraron en octubre (2,370), junio (1,197) y noviembre (1,023).
Entre los fallecidos, se identificaron personas de 17 países diferentes, incluyendo Argelia, Bangladesh, Camerún, Costa de Marfil, Gambia, Guinea Conakry, Islas Comores, Mali, Marruecos, Mauritania, Palestina, República Democrática del Congo, Senegal, Siria, Sudán, Túnez y Yemen.
Este aumento se vincula al incremento de cayucos procedentes de Senegal a partir de junio, motivado por la inestabilidad social y política en el país. Más de la mitad de las víctimas mortales en la travesía hacia Canarias (3,176) provenían de Senegal.
Durante 2023, se activó una ruta considerada "más larga y peligrosa", en la cual las embarcaciones se alejaban de la costa para dirigirse hacia el océano hasta llegar a la isla de El Hierro. Este cambio se debe al aumento de controles a lo largo de las costas de Senegal y Mauritania.
Una denuncia a las muertes evitables y “de socorro”
La coordinadora de la investigación, Helena Maleno, ha señalado que las cifras presentadas por Caminando Fronteras, aunque impactantes, probablemente subestiman la realidad. Maleno atribuye el aumento de la mortalidad a las políticas de control migratorio que priorizan el control de fronteras sobre el derecho a la vida, destacando la práctica de la "omisión del deber de socorro".
Maleno denuncia que las muertes en la frontera son evitables y resultan de la negligencia en el deber de socorro. La investigación revela que en muchas tragedias no se activaron a tiempo los medios de búsqueda y rescate, poniendo en riesgo la vida de las personas.
Los servicios especializados a menudo sólo intervienen en el rescate inmediato, sin continuar la búsqueda de posibles supervivientes o la recuperación de cadáveres.
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