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Los métodos de seguimiento utilizados para evaluar el estado de conservación del lobo ibérico en España son insuficientes, según concluye un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC).
La investigación, publicada en la revista ‘Hystrix the Italian Journal of Mammalogy’, realizó una monitorización de la población de lobos del Sistema Central en la península ibérica entre 2010 y 2018.
De esta forma pudieron comprobar que muy pocas manadas tienen una actividad reproductiva regular que permita, a largo plazo, generar descendencia y expandirse a otros territorios.
Así es el estado de conservación y el seguimiento del lobo ibérico: nefasto
Los datos obtenidos difieren con los expuestos por otros autores en áreas con condiciones ecológicas similares, lo que indica que los datos que se utilizan para establecer sistemas de protección tienden a extraer conclusiones “demasiado optimistas” sobre el estado de las poblaciones de lobo ibérico.
La investigadora del CSIC Victoria González explicó que los métodos de seguimiento actuales suelen “sobreestimar” el tamaño de dichas poblaciones.
El estudio también concluyó que las poblaciones de lobo ibérico presenta “síntomas de estancamiento y declive generalizado”, en una zona en que la especie tiene “la máxima categoría de protección” otorgada por la Unión Europea.
Por otro lado, la investigación analizó la reproducción de los lobos y observaron que dicha tasa de la población estudiada “es relativamente baja” lo que refleja que su estado de conservación en la zona “es desfavorable”.
Las principales causas que expusieron los investigadores sobre el mal estado de conservación del lobo ibérico y su declive fue el aumento de mortalidad debido a la interferencia humana, ya sea por la caza furtiva o de manera accidental por atropellos.
Las acciones humanas vuelven a golpear duramente a las especies animales del planeta
Según el investigador Abraham Prieto, el trabajo propone una metodología de seguimiento “más precisa” para obtener resultados fiables sobre la especie, de cara a establecer la gestión de sus poblaciones y crear estrategias de protección.
Con evaluaciones y gestiones concretas y correctas se puede saber el estado real del lobo ibérico en la península española, para poder tomar medidas adecuadas con el fin de proteger la especie y no llegar al extremo de su extinción.
De nuevo, la especie humana resulta ser la más dañina, no solo para los ecosistemas del lobo ibérico, sino para el resto de espacios naturales que contienen en ellos miles de especies muy importantes y vitales para el correcto funcionamiento del planeta Tierra.
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