Lectura fácil
La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) y Redeia han lanzado el proyecto 'Área Integral de Conservación para el Quebrantahuesos en la Sierra del Cuera', en Asturias. Esta iniciativa, que surge de una colaboración iniciada en 2022, busca fortalecer la protección de esta especie, una especie que estuvo al borde de la extinción en la cornisa cantábrica.
La FCQ y Redeja lanzan un proyecto para proteger al quebrantahuesos
La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) y Redeia han iniciado el proyecto conjunto ‘Área Integral de Conservación para el Quebrantahuesos en la Sierra del Cuera’, en Asturias. Este esfuerzo, nacido de una colaboración establecida en 2022, tiene como objetivo reforzar la protección de esta especie en peligro, que casi se extinguió en la cornisa cantábrica.
El proyecto, financiado por Redeia, incluye la creación de una estación de monitoreo en la vertiente sur de la Sierra del Cuera, un hábitat crucial para estos animales. Esta estación se encargará de evaluar la salud y las condiciones ambientales de la montaña.
La iniciativa destaca por su innovador enfoque en el análisis de la salud de esta especie mediante la recolección de muestras de insectos vectores de enfermedades. Se emplearán cajas-trampa para capturar estos insectos quincenalmente, con las muestras enviadas al Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC) del CSIC y la Universidad de Castilla-La Mancha para su análisis.
Este monitoreo no solo beneficiará a esta especie, sino también a otras aves, la ganadería local y el ecosistema en general. Así, permitirá identificar la presencia de mosquitos no endémicos que podrían introducir patógenos tropicales como malaria, fiebre del Nilo o gripe aviar en la región, evaluando así el riesgo para estas aves, que no están adaptadas a enfrentar tales enfermedades.
El peligro de las enfermedades tóxicas para las especies autóctonas
El potencial impacto de enfermedades exóticas podría amenazar el exitoso programa de recuperación de la especie y la supervivencia de otras especies autóctonas. Por ello, el nuevo proyecto busca establecer una estación permanente que proporcione datos estables a largo plazo, permitiendo un seguimiento detallado de las tendencias de la especie y de la biodiversidad en general.
Los científicos del proyecto sugieren que, dado que estas enfermedades pueden afectar a aves grandes con más capacidad de defensa, su impacto en especies más pequeñas podría ser aún más severo. Así, el quebrantahuesos sirve como un indicador clave de la salud del ecosistema en su totalidad.
Dentro del proyecto, se ha instalado una estación meteorológica que monitorea parámetros cruciales como la temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento, precipitación y presión atmosférica, contribuyendo a un análisis integral de las condiciones ambientales.
Sistemas de videovigilancia y vallados para proteger a las especies
El proyecto ha instalado un vallado y sistemas de videovigilancia, junto con un punto para capturar y examinar esta especie. Se han colocado cámaras de alta resolución y termográficas para monitorear su estado. También se realiza un control sanitario con análisis de excrementos y plumas en el Instituto de Recursos Cinegéticos (IREC).
Gerardo Báguena destacó la amenaza de enfermedades exóticas por cambio climático, mientras que Fernando Crespo de Red Eléctrica subrayó el compromiso con la conservación de la especie. La doctora Úrsula Höfle teme encontrar mosquitos portadores de enfermedades peligrosas.
Desde 2010, se han reintroducido 45 quebrantahuesos en los Picos de Europa, con el apoyo de Redeia y el objetivo de lograr un impacto positivo en la biodiversidad para 2030.
Añadir nuevo comentario