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Menos es más. Llegan las Navidades y con ellas los regalos de Papá Noel y los Reyes Magos. Cuando tenemos niños pequeños en casa, muchas veces optamos por llenar el árbol de Navidad de paquetes. Sin embargo, los niños pierden la capacidad de centrarse en un único regalo y disfrutarlo plenamente, y la emoción se dispersa, hasta desaparecer. Por ello, los especialistas recomiendan poner límites desde el mismo momento de elaborar la carta a los Reyes Magos.
Las consecuencias de recibir muchos regalos de Navidad son el exceso de estimulación, la pérdida de ilusión y la confusión sobre su propia imagen, puesto que le transmitimos mayor importancia a lo que tienen más que a lo que son.
Los niños no necesitan verse desbordados de juguetes
"Enseñar a jugar a las familias". Este es el objetivo de María García Míguez, una madre que, preocupada por, como ella misma dice, la "locura de los juguetes" decidió fundar Time for Toys, una empresa de alquiler de juguetes de madera ecológica, basada en la economía circular.
Esta plataforma, creada en 2016 y relanzada hace unos años, ofrece por partida doble a los padres y madres una alternativa a la adquisición de juguetes: el alquiler. Esta modalidad de negocio está en auge, con tiendas como Kidalos, cuyas actividades han sido calificadas por muchos como el “Netflix de los juguetes". Además de alquilar, también ofrecen una opción de compra.
En España, el alquiler de juguetes ya era una realidad allá por 2010 con Pikatoy. Esta iniciativa sentó un precedente en el sector de los juguetes infantiles: ofrecía una alternativa más económica a la adquisición –y acumulación excesiva– de estos.
Debemos aprender a gestionar las expectativas de los niños (y de los padres)
La fundadora de Time For Toys explica que este proyecto nació de su experiencia como madre con los juguetes en casa. “La locura de los regalos me ponía de los nervios”, destaca.
Lo que describe tiene que ver con el consumo excesivo que se suele hacer de todos los objetos para el entretenimiento infantil. Y cuando se acumulan, en un intento desesperado, tratamos de librarnos de ellos dándoles una segunda vida, donándolos o vendiéndolos en portales de segunda mano.
Hay que gestionar las expectativas de los niños de forma previa, explicándoles que hay un "máximo" de regalos que Sus Majestades y Papá Noel "pueden cargar". Este diálogo debe existir, pues hasta que no tienen 9 o 10 años, los niños no están capacitados para elegir entre tanta diversidad y oferta.
Time for Toys es una buena idea para gestionar las expectativas de los padres, en ocasiones incluso mayores que las de los niños. De hecho, pueden llegar a generar en los más pequeños necesidades que hasta entonces no tenían o ni se habían planteado. “El esfuerzo que supone concederles todo lo que piden o sorprenderles con algo que va más allá puede llegar a convertirse en un mecanismo compensatorio, porque verles disfrutar, nos hace felices”, asegura la doctorade Bebés y más. “Sin embargo, la emotividad de estas fiestas no debe comprometer la economía familiar. Hay que quitarse la idea errónea de que en la cantidad o en la cuantía económica está la felicidad de los niños”.
Soluciones para no pasarnos con los regalos
La creadora de Time for Toys alerta de que la peligrosa enfermedad del consumismo es la responsable de estos comportamientos insostenibles. Por eso, resulta fundamental educar a los niños en hábitos de consumo responsable.
Antes de comprar montañas de regalos en Navidad –si todavía no se ha hecho–, proyectos de economía circular como Time for Toys o Kidalos pueden ser opciones muy atractivas. Con estos modelos alternativos de consumo, las montañas de juguetes dejarán de amontonarse y, sobre todo, evitaremos las colinas de juguetes en los vertederos. Pero también puedes seguir estos consejos:
- Regalar fuera de las Navidades. El problema del exceso de regalos es que se concentran en pocos días: en Papá Noel abrimos unos por la mañana en casa, por la tarde en casa de unos abuelos y algo más tarde en casa de los tíos. Y en muchos casos este mismo tour se repite en Reyes. Por lo que regalar también fuera de las Navidades será más educativo.
- La regla 4 regalos: busca reducir el número de obsequios que los niños reciben. Según esta regla, los padres deberían apostar por presentes que sean útiles y prácticos para la vida cotidiana del niño o que le aporten algún beneficio para su desarrollo. Por tanto, los regalos que deberías priorizar son:
- Un objeto que desee de verdad, el cual servirá para alimentar su ilusión y suplir sus necesidades afectivas.
- Un regalo que pueda usar, ya se trate de prendas, zapatos u otros accesorios.
- Un obsequio que lo motive a leer. Puede ser un libro en papel, un libro electrónico o incluso un e-reader.
- Un artículo de cualquier otra índole que realmente necesite.
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