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Un equipo del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), liderado por la investigadora Regina Rodrigo, en colaboración con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), ha propuesto un "innovador" tratamiento para la retinosis pigmentaria, una enfermedad ocular hereditaria. Este enfoque no invasivo consiste en gotas oftálmicas cargadas con el anticuerpo monoclonal adalimumab (ADA), dirigido contra la citoquina TNFa, involucrada en la inflamación de la retina.
Este novedoso tratamiento se ha desarrollado con el apoyo del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) y ha sido probado "con éxito" en modelos preclínicos, según ha indicado el centro de investigación valenciano en un comunicado.
Un avance prometedor en el tratamiento de la retinosis pigmentaria
La retinosis pigmentaria es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a miles de personas en el mundo, provocando una pérdida progresiva de la visión. Hasta ahora, no existía un tratamiento efectivo para frenar su avance, pero un equipo de científicos ha desarrollado unas gotas oculares que podrían cambiar el panorama. Este innovador medicamento busca reducir la degeneración de la retina, ofreciendo esperanza a quienes padecen esta condición.
Las gotas, aún en fase experimental, han mostrado resultados prometedores en estudios iniciales, logrando disminuir el deterioro de las células responsables de la visión. De confirmarse su efectividad en ensayos clínicos, se convertirían en una alternativa menos invasiva y más accesible en comparación con otros tratamientos en desarrollo.
Cómo funcionan estas gotas oculares
El nuevo tratamiento actúa directamente sobre las células de la retina, protegiéndolas del daño progresivo característico de la retinosis pigmentaria. Los investigadores han incorporado compuestos que ayudan a reducir el estrés oxidativo y a mejorar la función celular, lo que podría ralentizar la pérdida de visión.
A diferencia de otros enfoques, como la terapia génica o los implantes retinianos, estas gotas representan una opción menos costosa y más fácil de administrar. Su aplicación regular podría ser suficiente para mantener las células oculares en mejores condiciones, ofreciendo una mayor calidad de vida a los pacientes.
A pesar de ser de origen genético, se ha observado que la inflamación crónica y la liberación de citoquinas proinflamatorias como TNFa "juegan un papel clave en la progresión de la enfermedad". En este estudio, se evaluaron las propiedades fisicoquímicas de las gotas oculares NLC-ADA, así como su seguridad en la retina y la córnea, y su capacidad para reducir la inflamación y la degeneración retiniana.
Los resultados indican que las gotas oculares con NLC-ADA mejoran la función retiniana, disminuyen la degeneración y la inflamación sin causar efectos tóxicos. La investigadora Regina Rodrigo ha afirmado que esta estrategia "ofrece una vía no invasiva de administración y un nuevo enfoque para la lucha contra la retinosis pigmentaria, al ser independiente de los defectos genéticos y potencialmente útil para otras enfermedades oculares inflamatorias".
Perspectivas y futuro del tratamiento
Aunque los resultados iniciales son alentadores, los expertos advierten que aún faltan pruebas en humanos para confirmar su seguridad y efectividad a largo plazo. Los ensayos clínicos serán clave para determinar si estas gotas pueden convertirse en un tratamiento aprobado para la retinosis pigmentaria.
Si todo avanza según lo previsto, este medicamento podría estar disponible en unos años, marcando un antes y un después en la lucha contra la retinosis pigmentaria. Mientras tanto, la comunidad científica sigue trabajando para desarrollar soluciones innovadoras que permitan mejorar la salud visual y prevenir la ceguera en miles de personas.
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