RoboCake, la tarta comestible con robots y baterías que revoluciona la gastronomía

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28/04/2025 - 17:00
Robocake, la tarta comestible con elementos robóticos

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Un equipo de científicos de Suiza e Italia ha dado un paso insólito en la intersección entre la robótica y la gastronomía. El resultado: una tarta totalmente comestible que no solo se puede saborear, sino que también contiene componentes robóticos funcionales. Esta creación, bautizada como RoboCake, representa un hito en la aplicación de la tecnología en el mundo de la alimentación y ha sido presentada como parte de una ambiciosa iniciativa europea.

Una colaboración de alto nivel para dar forma a la RoboCake

El proyecto RoboCake es fruto de una colaboración entre el Instituto Italiano de Tecnología (IIT) y la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), dos centros punteros en investigación científica, con el apoyo de la Escuela de Hostelería de Lausana, una institución suiza reconocida internacionalmente en el ámbito culinario.

Juntos, estos equipos han logrado desarrollar un pastel que integra tecnología robótica sin comprometer su seguridad alimentaria ni su sabor. La creación será exhibida en la Exposición Universal de Osaka, recientemente inaugurada en Japón, donde se presentará como uno de los ejemplos más innovadores del futuro de la alimentación.

Baterías comestibles que iluminan

Uno de los elementos más sorprendentes del RoboCake es su batería recargable, que alimenta pequeñas luces LED colocadas sobre la tarta. Pero lo más innovador es que estas baterías son completamente comestibles.

Están compuestas por ingredientes inesperados pero seguros: chocolate, que actúa como base conductora; carbón activado, utilizado en medicina y gastronomía; vitamina B2 (riboflavina), esencial para el metabolismo humano; y quercetina, un antioxidante presente en frutas como las manzanas o en vegetales como la cebolla.

Estas sustancias permiten generar una pequeña corriente eléctrica sin poner en riesgo la salud del consumidor. “El primer sabor que se percibe al comer las baterías es el del chocolate, seguido por un toque picante provocado por los electrolitos”, explicó Valerio Galli, estudiante de doctorado en el IIT y uno de los líderes del proyecto.

Ositos robóticos con alma de gelatina

Además de las baterías, el RoboCake cuenta con un elemento decorativo igualmente futurista: dos ositos de gelatina, que no solo son comestibles, sino que también se mueven gracias a un sistema neumático oculto en su interior. Al inyectar aire desde el exterior, los ositos pueden inclinarse o moverse ligeramente, dando vida al pastel de una manera sorprendente y lúdica.

Están elaborados con gelatina, sirope y colorantes alimentarios, y demuestran cómo incluso los mecanismos de movimiento pueden integrarse sin comprometer la comestibilidad del producto.

RoboFood: una mirada al futuro de la alimentación

El desarrollo de RoboCake se enmarca en el proyecto RoboFood, una iniciativa financiada por la Unión Europea con una inversión de 3,5 millones de euros. Este programa busca explorar cómo la robótica puede integrarse en el mundo de los alimentos, no solo desde una perspectiva creativa, sino también funcional y sostenible.

Entre los objetivos del proyecto destacan: reducir el desperdicio alimentario y electrónico, optimizar el transporte de alimentos a zonas remotas o en crisis, y explorar nuevas formas de presentar la comida en contextos como la alta cocina o la ayuda humanitaria.

Además del IIT y la EPFL, el consorcio RoboFood cuenta con la participación de las universidades de Bristol (Reino Unido) y Wageningen (Países Bajos), lo que lo convierte en un proyecto verdaderamente europeo en alcance e impacto.

Un paso más hacia la comida del futuro

Aunque todavía se encuentra en fase de exhibición y no está destinada a la venta comercial, la RoboCake abre una nueva puerta a lo que podría ser la gastronomía del futuro: comestibles inteligentes, interactivos y con componentes tecnológicos integrados.

Lo que hasta ahora era dominio exclusivo de la ciencia ficción, se convierte, bocado a bocado, en una deliciosa realidad.

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