Una reciente investigación médica ha señalado importantes muestras de que sufrir un trauma durante nuestra infancia, puede llegar a triplicar el riesgo de desarrollar problemas de salud mental de adultos.
Muchas personas suelen tener hambre por la noche, pero muchas otras aumentan su apetito de cara a la tarde-noche. Esto se debe al estrés y a la serotonina.
Cuidar a un hijo supone una responsabilidad enorme, pero también debemos saber llevarlo con calma, sobre todo si estamos ante una persona con discapacidad. Para ello, recurrir a Mindfulness es una opción positiva.