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El año 2022 se caracterizó por la moderación salarial en España. Aunque la inflación durante ese año fue alta, los salarios no subieron lo suficiente para compensarla.
Hace ya varios años, los responsables económicos de la Comisión Europea y del FMI insistían en que la economía española debe mantener la moderación salarial para salvaguardar sus avances en competitividad, y hacían una precisión a tener muy en cuenta: esta moderación no significa rebaja de sueldos, sino de los costes laborales unitarios. Y es cierto, porque la moderación de los costes laborales unitarios ha ayudado a la economía española a ganar competitividad, notablemente frente a los demás socios europeos, es decir, a crear las condiciones para la recuperación del crecimiento y encarrilar la vuelta del empleo.
En relación al indicador de coste laboral, España sigue estando por debajo de la media europea con un valor de 23,5 euros por hora, en comparación con los 34,3 euros de la zona euro.
La moderación salarial podría ser, por tanto, un activo a preservar para empresas y trabajadores. Y esa parece la intención de la patronal y los sindicatos, que aparentemente iban a comenzar el nuevo curso con una hoja de ruta en la que figura de forma destacada mantener la apuesta por la moderación salarial.
España, la reina de la moderación salarial
Ser los sextos de Europa no sería una mala posición, sino fuera porque el parámetro que se mide en este caso tiene poco de bueno. Según datos de Eurostat, solo cinco países europeos subieron menos los salarios que España en 2022: Suecia, Dinamarca, Finlandia, Malta e Italia.
En nuestro país, ese alza fue del 3 % de media, mientras que en la media de la zona euro se elevaron un 4 % y en la Unión Europa un 4,4 %. Pero los datos de Eurostat vienen acompañados de previsiones menos pesimistas: la autoridad fiscal independiente (AIReF) cree que en 2023 el incremento salarial podría superar el 4 %.
Otro dato positivo es que los nuevos convenios colectivos se pactan con subidas ya del 4,8 %, por lo que la previsión es que los salarios sigan tratando de recuperar parte del poder adquisitivo perdido por culpa de la subida de los precios.
En medio del debate sobre las causas de la inflación, se ha observado que en muchos países europeos el aumento salarial ha sido moderado. Por otro lado, Bulgaria, Lituania y Rumania experimentaron un aumento salarial superior al 10 %, aunque estos países también registraron una tasa de inflación por encima del promedio. Esto quiere decir que, a pesar de tener una de las mayores subidas salariales en 2022, los costes laborales todavía no superan los 10 euros por hora.
La CEOE ha sido muy crítica con la reforma de las pensiones y la subida del salario mínimo
En España las cotizaciones sociales recaen en mayor proporción en la empresa que en el trabajador. A pesar de la inflación creciente, los sindicatos sostienen que los salarios no son el problema en la situación actual y que la pérdida de poder adquisitivo de los hogares se encuentra en niveles aún mayores que tras la crisis financiera. Sin embargo, las negociaciones para subir los salarios están estancadas desde hace casi un año, aunque ha habido algunos contactos recientes entre sindicatos y CEOE.
Los secretarios generales de UGT y CCOO han advertido a la patronal de que aumentarán las movilizaciones en la segunda parte del año si no hay avances en este terreno. La conflictividad laboral por la cuestión salarial se ha estado debatiendo desde hace tiempo, pero por el momento no ha escalado de manera significativa.
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