El mes de agosto se cierra como el mes con mayores asesinatos por violencia de género

Este verano, entre junio y agosto de 2024, se han registrado en España al menos 20 asesinatos de mujeres a causa de la violencia machista, igualando las cifras de 2023 y 2015. Estos datos convierten a 2024 en el quinto peor verano desde que se empezó a contabilizar este tipo de crímenes en 2003. Según la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, hasta el 28 de agosto, han muerto 32 mujeres en lo que va de año y 1.276 desde 2003. La última víctima se registró en Sevilla.

El verano 2024 se posiciona como el peor en violencia de género

Durante el verano de 2024, la violencia machista ha alcanzado una alarmante cifra de víctimas mortales en España, con al menos 20 mujeres asesinadas entre los meses de junio y agosto. Este trágico dato convierte a 2024 en el quinto peor verano en términos de violencia de género desde que en 2003 se comenzaron a recopilar datos específicos sobre este tipo de crímenes.

La cifra de 20 víctimas iguala, además, los registros de los veranos de 2023 y 2015, lo que evidencia la persistencia de este grave problema en la sociedad española.

Según los datos oficiales proporcionados por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, y analizados por la agencia de noticias Servimedia, hasta el 28 de agosto se habían confirmado un total de 32 asesinatos de mujeres en 2024, de los cuales más del 60 % ocurrieron durante el periodo estival.

El mes de junio fue especialmente trágico, con siete mujeres asesinadas en provincias como Cuenca, Málaga, Granada, Girona, Madrid, Valencia y Barcelona. En julio, la cifra ascendió a ocho, con crímenes ocurridos en Barcelona, Zaragoza, Valencia, Madrid, Tarragona, Alicante y Málaga. Por su parte, agosto se cerró con cinco víctimas mortales en A Coruña, Valladolid, Sevilla y las localidades barcelonesas de Rubí y Castellbisbal.

El año 2003, para la historia de la humanidad

Aunque los datos de 2024 son estremecedores, los registros históricos muestran que el peor verano en cuanto a violencia de género se produjo en 2003, cuando 24 mujeres fueron asesinadas durante los meses estivales. En aquel año, se registraron ocho víctimas en cada mes de junio, julio y agosto.

Otros veranos igualmente dramáticos fueron los de 2007, con 23 asesinatos, y 2018, con 22. El verano de 2019 también fue devastador, con 21 mujeres asesinadas.

Los meses de verano, a lo largo de los años, han demostrado ser los más mortales en términos de violencia de género en España. De acuerdo con los datos oficiales recopilados por Servimedia, durante los meses de junio, julio y agosto, se han registrado un total de 373 asesinatos de mujeres desde que se empezaron a documentar estos crímenes en 2003.

Este período vacacional, que generalmente se asocia con descanso y ocio, se convierte en un tiempo trágico para muchas familias, reflejando la persistente gravedad del problema de la violencia machista.

Dentro de estos tres meses estivales, julio se destaca como el más letal, con un total de 136 víctimas desde 2003. Le sigue agosto, con 120 asesinatos, y junio, con 117. A pesar de estos números elevados durante el verano, el mes de enero, que también es notablemente alto debido a la tensión que a menudo sigue a las celebraciones navideñas, presenta 112 víctimas en el primer mes del año.

Otros meses en los que se ha alcanzado la decena de asesinatos incluyen junio de 2012, febrero de 2017, septiembre de 2018, julio de 2019, junio de 2021, diciembre de 2022 y septiembre de 2023.

El verano de la pandemia sumó 14 víctimas mortales

El verano de 2020, a pesar de las restricciones y el confinamiento debido a la pandemia, sumó 14 víctimas, una cifra que se incrementó en 2021 a 19. No obstante, en 2022 se registró una disminución a 10 asesinatos durante el verano.

Por otro lado, el verano con el menor número de crímenes desde que se comenzaron a registrar estos datos fue el de 2013, con solo seis mujeres asesinadas por sus agresores.

Estas cifras reflejan una realidad dolorosa y persistente que subraya la urgencia de continuar con los esfuerzos para prevenir y combatir la violencia de género. A pesar de las fluctuaciones anuales, el patrón general revela una problemática grave que no muestra signos de desaparecer por sí sola, y que requiere una atención constante y un compromiso firme por parte de toda la sociedad.