5 beneficios de ir al gimnasio que no conocías

A medida que crecemos nos vamos haciendo más conscientes de que es necesario cuidar de nuestra salud para tener una vida plena. Cuidar nuestra alimentación y nuestra mente están estrechamente ligados al cuidado también físico. Hacer deporte ha demostrado tener múltiples beneficios para nuestra salud y poder entrenarse o hacer ejercicio en un gimnasio es una opción más que valida para empezar o mantenernos.

Es cierto que muchas veces oímos hablar sobre la pereza que da ir al gimnasio o sobre que hay otras opciones. Sin embargo, poder contar con las herramientas adecuadas para el entrenamiento específico y general, es algo que pocas veces podemos tener en casa u otros espacios. Sabemos que es costoso levantarse de la cama o el sofá para ir al 'gym', pero aquí te dejamos 5 razones que quizá no conocías para animarte.

El gimnasio no está solo para quemar calorías

Es importante desechar la idea de que solo vamos al gimnasio para perder peso o definir músculo. Entrenar o hacer ejercicio en el gimnasio nos aporta mucho más como por ejemplo:

Ayuda a combatir enfermedades

Los ejercicios cardio vasculares fortalecen el músculo cardíaco, algo muy importante para cuidar de nuestro corazón, el motor del cuerpo, y nuestra salud cardiovascular general. Se ha demostrado que mantenerse activo y hacer ejercicio colabora a la generación del colesterol 'bueno', que contrarresta los efectos del 'malo'. Pero no solo es el corazón lo que cuidamos, también nuestros huesos, evitando enfermedades como la artritis, o nuestros pulmones. También se reduce el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 o incluso depresión.

Hace que nos sintamos más felices

Abordamos de lleno la salud mental, que es igual de importante que la física. Estamos atravesando por un momento en el que los casos de depresión y ansiedad se han disparado en la población. La pandemia, las nuevas fórmulas de trabajo o incluso los conflictos externos, están generando una gran presión sobre nosotros y nuestro estado mental y emocional. Para intentar combatirlo o aminorar sus efectos, poder hacer ejercicio nos aporta muchos beneficios.

La ciencia tiene más que demostrado que cuando hacemos deporte segregamos sustancias fundamentales para mantenernos sanos a nivel mental y por tanto más felices. La serotonina y la dopamina se segregan en nuestro cuerpo cuando hacemos deporte. Además, poder ir a un gimnasio nos ayuda también a socializar en ambientes fuera de los habituales, lo que favorece nuestras interrelaciones personales, pudiendo aportarnos momentos de distención social.

Nuestras reservas de energía mejoran

Si te embarcas en un entrenamiento serio, tu cuerpo mejorará su condición física, aumentando su musculatura y por tanto su resistencia, lo que nos ayudará a metabolizar mejor los alimentos y tener mayor energía. Además, cuando nos entrenamos o realizamos alguna actividad física, oxigenamos los tejidos y facilitamos el aporte de nutriente a los mismos, haciendo que nuestro sistema funcione de forma más eficiente.

El desempeño sexual puede mejorar

En este punto podemos hablar de algunas cuestiones clave como nuestra energía o nuestra autoestima. Esta claro que si tienes más energía porque, como ya hemos visto, nuestro cuerpo funciona de forma más eficiente, podrás rendir mejor. Además, si te ves bien y te sientes sano, también contribuyes a mejorar tu autoestima y disfrutar plenamente de tu vida sexual.

Por otro lado, si eres mujer, hacer ejercicio con regularidad favorece el incremento de tus hormonas sexuales y por tanto de tu apetencia. En el caso de los hombres, una actividad física que implique el fortalecimiento de los músculos, reduce la posibilidad de sufrir disfunción eréctil.

Duermes mejor

Como ya hemos visto, hacer ejercicio también ejercita nuestra mente. Nos ayuda a combatir el estrés y a mejorar las sustancias químicas del cerebro que colaboran a una buena salud mental. Dormir en exceso o sufrir de insomnio son cuestiones que puedes solventar yendo al gimnasio y haciendo deporte. Los más recomendable en ambos casos es hacerlo a primeras horas del día o pronto por la tarde. Activaremos nuestro cuerpo y lo mantendremos relajado para que cuando llegue la noche descansemos adecuadamente.