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Muchos podemos llegar a sufrir verdaderas dificultades para conciliar el sueño, o peor aún, dormir y aun así no conseguir sentir que hemos descansado. Esto tiene que ver mucho con la calidad del sueño, ya que a veces no solo dormir muchas horas nos ayuda a estar descansados. El sueño es fundamental para nuestra salud, ya que ayuda a equilibrarnos de diferentes maneras. Por este motivo, muchos buscamos la forma de lograr mejorar nuestro sueño.
Y lo cierto es que en nuestros pensamientos puede esconderse la clave de la calidad del sueño, sobre todo en aquellos que tenemos antes de quedarnos dormidos. Estos pensamientos pueden llegar a ser de muchos tipos, desde aquellas cosas que tenemos que terminar al día siguiente, hasta historias de fantasía que nos montamos en la cabeza, o ese último capítulo que acabamos de ver justo antes de meternos en la cama. Pero, ¿qué relevancia tiene esto?
Los pensamientos y su impacto en nuestra calidad del sueño
En un artículo publicado en BBC Mundo, Melinda Jackson, profesora asociada del Instituto Turner para la Salud Mental y del Cerebro, en Australia, encontraba relaciones entre nuestros pensamientos previos a dormir y la calidad del sueño que conseguimos llegar a tener según estos. Por ejemplo, Jackson explicaba que las personas que duermen mejor, tienen más imágenes sensoriales visuales antes de dormir, por ejemplo visualizar objetos o personas.
Mientras que las personas con una peor calidad del sueño, tenías pensamientos menos visuales y más centrados en planificar el siguiente día o en resolver problemas. La profesora explicaba que estos pensamientos son considerados como menos placenteros, lo que al parecer podría hacer que durmamos peor o que incluso podamos desarrollar insomnio, ya que este tipo de pensamientos nos generan más ansiedad o nos acaban metiendo en círculos viciosos.
Pero la calidad nuestro sueño no se ve afectada únicamente por tener demasiada planificación en la cabeza. Un "atracón" de series o televisión tampoco es beneficioso antes de dormir. Según cita Jackson, un estudio realizado con 400 jóvenes adultos, observó este tipo de atracones y la forma en la que estos impactaban en el sueño y su calidad. Observaron que mientras más tiempo se pasaba viendo series o películas, no solo aumentaba la fatiga al despertarse, sino también el insomnio.
¿Cómo trabajar para mejorar?
Una de las formas en las que podemos mejorar nuestra calidad del sueño a través del reenfoque cognitivo. Esta herramienta desarrollada por el psicólogo e investigador estadounidense Les Gellis, parte de la idea de mejorar nuestros pensamientos antes de ir a dormir, para que estos nos faciliten la tarea.
Para mejorar la calidad del sueño, el psicólogo nos propone elegir pensamientos que mantengan nuestra atención, pero que no sean excitantes, en el sentido de que no sean demasiado aterradores o emocionantes. Algunos ejemplos que nos facilitan es el de recitar mentalmente la letra de alguna canción que nos guste, o visualizándonos realizando una acción que nos resulte placentera, como darnos un chapuzón en la playa o imaginar una habitación con un diseño diferente y agradable.
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