Lectura fácil
Las personas en tratamiento por un problema de compras compulsivas experimentan un mayor riesgo de “recaída” ante campañas como las de ‘Black Friday’, que se celebra el próximo viernes, así como en los periodos de rebajas y frente a ofertas o descuentos, y su adicción se dispara cuando se encuentran “más estresadas o desanimadas”, momentos en los que sus compras son “mucho más frecuentes”.
Así lo advirtió el psicólogo sanitario de Activa Psicología (Madrid) José Antonio Tamayo en una entrevista concedida a Servimedia en la que subrayó que la adicción a las compras podría entenderse como un patrón de comportamiento orientado a la adquisición de bienes de consumo “que no responde a la necesidad de éstos, sino al impulso de comprarlos por el placer o satisfacción inmediato que proporciona”.
Llegan dos épocas del año críticas para nuestros bolsillos, el Black Friday y la Navidad
Son muchas las personas que derrochan dinero en estas épocas del año, y que incluso pueden presentar un trastorno de compras compulsivas, que se llama 'oniomanía'.
La que para muchos es la gran fiesta consumista tiene un reverso de lo más oscuro. El crecimiento de las compras compulsivas en Internet se ve reforzado por unas plataformas que mandan estímulos constantes para el consumo.
“Como consecuencia de ello, y al no tratarse de compras que se hayan decidido reflexivamente, suelen acompañarse de la rápida pérdida de interés por el artículo adquirido, sentimiento de culpabilidad por el dinero gastado, devolución de los artículos, problemas económicos, mentiras u ocultación de las compras al entorno y experiencia subjetiva de incontrolabilidad sobre las compras”, puntualiza Tamayo.
Con respecto a los “precipitantes” de este comportamiento, mencionó la publicidad, las estrategias de marketing, las ofertas y rebajas, la moda, la posibilidad de realizar las compras “cómoda, rápidamente y en cualquier lugar” y el acceso “inmediato” al producto “deseado”. Entre los factores de “riesgo” que, a su juicio, “pueden incrementar la probabilidad” de desarrollar esta adicción, señaló la ansiedad, la depresión, la impulsividad, la tristeza, el aburrimiento o la alegría y el 'patrón de conducta tipo A', caracterizado por la “tendencia a mostrar orientación de logro competitivo, la urgencia temporal y sentimientos de ira y hostilidad”.
Black Friday, la hora de tirarse a por las ofertas
En el caso de las compras, “delimitar la separación entre un uso normal o consumismo, aunque pueda ser excesivo en comparación con la norma, y una adicción, puede ser difícil”. “Las diferencias no suelen encontrarse en la cantidad, frecuencia o dinero gastado, sino en la función que tiene ese comportamiento para la persona y en las consecuencias que está produciéndole, bien sea sufrimiento o deterioro en su funcionamiento cotidiano en diversos ámbitos”, espetó.
Para Tamayo, “generalizando mucho”, las personas con este tipo de adicción han adquirido “a lo largo de su historia de aprendizaje" un "repertorio conductual de escape o evitación ante las emociones intensas" por medio de las compras y dicho patrón “no difiere funcionalmente” de lo que ocurre con los atracones de comida o el abuso de sustancias psicoactivas.
Tras resaltar que el incremento de las compras ‘online’ desde la pandemia hace “probable” que también haya aumentado el número de consumidores con adicción a las compras, el especialista hizo hincapié en que, “por lo general”, el paciente que demanda ayuda psicológica por este motivo “sería el más grave” y lo hace, “probablemente, a instancias de alguien de su entorno más cercano” y afectado también por problemas económicos, relacionales o psicológicos, como ansiedad, depresión u otras adicciones.
La adicción a las compras, también llamada oniomanía, es una enfermedad en la que la persona no puede controlar su conducta y compra sin ninguna necesidad. De hecho, la mayor parte de productos que adquiere después ni los utiliza. Es adicto a la acción de comprar. A la sensación de obtener un producto nuevo.
La adicción a las compras siempre ha existido, pero se ha intensificado en los últimos años por las compras online. Comprar se ha vuelto mucho más fácil que nunca. Es posible adquirir casi cualquier producto independientemente de la hora o lugar. Un móvil con acceso a internet, una búsqueda con el producto que quieras, un clic y en menos de lo que piensas tienes el producto que deseas en casa. Es un proceso tan sencillo que incita al consumo. Anuncios en redes sociales, anuncios en internet, en la televisión, etc. El bombardeo publicitario promocionando el Black Friday es masivo.
Añadir nuevo comentario