Lectura fácil
España y el resto de Europa están luchando por conseguir la independencia energética, y es que si se lo proponen, avanzando en la electrificación de la economía y la competitividad, pueden desprenderse de energías contaminantes.
Cabe destacar que un 60 % de la energía primaria consumida por Europa proviene de fuera, de países que están sujetos numerosas tensiones políticas.
Más del 80 % del gas natural y el 95 % del petróleo que consume el viejo continente son importados. Esto supone varias cosas negativas:
- Riesgo en la seguridad del suministro
- Europa queda sometida a la inestable demanda de los precios de las materias primas importadas.
La independencia energética de Europa puede suponer una revolución en la economía y el crecimiento del continente
Para poder llevar a cabo dicha independencia energética del fósil, Europa trabaja para centrarse en un modelo de electricidad como fuente de energía y de desarrollo.
Es por ello que el World Energy Transitions, International Renewable Energy Agency apunta que todos los países poseen potencial para poder producir la energía renovable y conseguir seguridad e independencia energética.
Europa tiene que descarbonizarse, y cada vez urge más llevar a cabo esta acción, ya que el calentamiento global y los estragos cada vez más fuertes están dejando clara que es hora de pisar el acelerador y decir adiós al gas, dando paso a las fuentes renovables.
Y es que la transición energética es crucial, ya está en marcha y las hostilidades entre Rusia y Ucrania han dejado clara la necesidad de seguir adelante con este plan.
Es por ello que muchos expertos ven en los Fondos Europeos para la recuperación post pandemia son una oportunidad para poder impulsar la transformación.
El plan Next Generation de Europa destinará una parte de los 750.000 millones de euros para conseguir la descarbonización, teniendo el 2050 como horizonte.
España puede aportar mucho en la transición energética
Nuestro país es muy rico en fuentes de energía renovables, como el sol y el viento, pero aún vamos más allá, pues se están llevando a cabo investigaciones que propulsan la utilización de esas energías limpias, para que consigan la competitividad necesaria para lograr la independencia energética.
Y es que las mejoras en el ámbito tecnológico han dejado estos datos tan positivos respecto al impulso de las renovables y la consecución de la necesaria independencia energética:
- La energía eólica se convirtió en 2021 en la principal fuente de generación eléctrica, aportando el 23,3 % de los kilovatios producidos.
- La energía solar se ha multiplicado también hasta suponer casi el 10 % entre fotovoltaica y térmica.
Actualmente, la mitad de la energía eléctrica en nuestro país es generada a través de las renovables, pero queda mucho por hacer para conseguir el objetivo de la descarbonización de cara al 2050.
España, junto a Europa, apostando por el uso de las energías limpias y acompañándose en su camino hacia la descarbonización pueden liderar en esta nueva revolución mundial.
Aunque no podemos olvidar que Europa no podrá competir con Estados Unidos o China en el liderazgo de otras nuevas tecnologías, como son los semiconductores, o el desarrollo de la hiperconectividad.
El caso, es que si que es posible de que lideran la transformación que espera conducir a la independencia energética, a la par que ofrecen al mundo energías limpias para seguir desarrollándose como sociedades que no ponen en riesgo el planeta.
Añadir nuevo comentario