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¿Quién no recuerda a María José Carrasco y Ángel Hernández? En su casa en diciembre de 2018, él facilitó el suicidio de ella ante la falta de una ley de eutanasia.
Ahora, las cosas han cambiado. La legislación impulsada por el PSOE sale adelante en un debate vibrante y apasionado con el apoyo de todos los grupos, salvo el PP y Vox que no han conseguido frenar el texto que, finalmente, ha sido aprobado en el Pleno de la Cámara Baja.
La norma pasará ahora al Senado, con la previsión de que en torno a marzo se apruebe definitivamente. Se reconocería así el derecho a la asistencia para morir en caso de enfermedad grave e incurable.
España se convertiría en el sexto país del mundo en regularizar la eutanasia
España podría despenalizar definitivamente el suicidio asistido en torno a marzo, una vez la normativa sea tramitada en el Senado.
Contrariamente a lo que el Gobierno de coalición defiende, la práctica de la eutanasia está muy poco extendida en el mundo. Solo cinco países la tienen regulada: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia.
La despenalización del suicidio asistido tampoco está muy extendido. Es legal en Suiza, Alemania, Japón y algunos estados de Estados Unidos (Washington, Oregón, Colorado, Vermont, Montana y California) y uno de Australia (Victoria).
En total, apenas el 2,5 % de la población mundial tiene acceso al llamado 'derecho a morir'.
Al aprobar la eutanasia, podrán solicitar la ayuda para morir aquellas personas con una enfermedad grave e incurable o que padezcan una patología grave, crónica e invalidante
Quienes deseen acogerse a la Ley de la eutanasia, deberán expresarlo de forma voluntaria y por escrito al menos en dos ocasiones, con un tiempo de 15 días de separación y podrán retractarse en cualquier momento.
Para el PSOE se trata de una ley “muy garantista” que reconoce, al fin, “un derecho inherente a la condición humana”. Y es que las personas “enfermamos, sufrimos, padecemos y, cuando ese sufrimiento no tiene solución ni visos de cura, a la persona que no quiere seguir sufriendo hay que ayudarla”, dijo la diputada y exministra socialista María Luisa Carcedo en declaraciones recogidas por Servimedia.
Para el PP, esta práctica “no responde a una realidad social” y criticó que la sociedad española “no ha debatido” sobre la eutanasia porque “no le han dejado”. Este partido defiende que no es una necesaria una ley que regule cómo se ha de ayudar a morir a los enfermos que no pueden acabar con su vida por sí mismos, sino unos cuidados paliativos "universales donde la medicina busque alivio al dolor". Por eso han mantenido vivas sus enmiendas, que han sido rechazadas por la mayoría pro eutanasia.
“Es una ley inoportuna porque existe una alternativa, que son los cuidados paliativos” - como si no pudiesen coexistir - trasladó el diputado popular José Ignacio Echániz, que criticó que “pretenden registrar una muerte provocada como una muerte natural”.
La diputada Lourdes Méndez (Vox) fue la más beligerante contra la ley de eutanasia, práctica que calificó de “asesinato”. Al PSOE y Unidas Podemos les dijo que “no solo son un peligro para nuestra democracia, para la unidad de España, la economía o la salud, son también un peligro para nuestras vidas”. El partido ha acusado "a los herederos del terrorismo y los enemigos de España" de aprobar una ley "despiadada e ilegítima", que supone "el mayor ataque a las personas con discapacidad".
Ciudadanos, que en otras leyes se une a la derecha, en este caso se posiciona a "favor de la libertad" y de una ley que "no impone creencias, sino que respeta las creencias de cada uno", según ha defendido su líder, Inés Arrimadas, quien se ha mostrado "emocionada de participar en debate" en torno a una regulación sanitaria que "une a una mayoría de españoles".
"Hoy es un día para estar profundamente orgulloso de ser español porque es sinónimo de avance social y libertad", ha manifestado Íñigo Errejón (Más País).
"Esto no obliga a nadie, los que no están de acuerdo salen con sus derechos indemnes pero otorgamos derechos a quienes no lo tenían, esto es libertad", ha añadido Pilar Vallugera, de ERC, quien ha destacado que la normativa no se trata de una "ley de muerte, es una ley de vida, que te permite vivir con la confianza de que morirás como tú quieres".
Es preciso subrayar que la Ley de la eutanasia tan solo permite aplicar la eutanasia a personas con enfermedades graves e incurables que lo soliciten de forma autónoma y tras ser informadas adecuadamente por su médico.
El médico puede negarse a facilitar la eutanasia
Se creará una comisión que evalúe cada caso concreto. El proyecto es extremadamente garantista y prevé que el proceso desde que el paciente solicita ayuda para morir hasta que la reciba dure más de un mes, en el que deberá confirmar su voluntad al menos cuatro veces.
Se trata de evitar que la decisión se tome en caliente. Eutanasia es que un médico aplique a un enfermo en una situación de grave sufrimiento irreversible medicamentos para provocarle la muerte. Suicidio asistido es facilitar al afectado los fármacos que deberán acabar con su vida, pero él será quien se los administre.
La Ley para la eutanasia fija un calendario exhaustivo desde que el enfermo, que debe sufrir una enfermedad grave e incurable o padecer una enfermedad grave, crónica e invalidante, solicita por primera vez por escrito la eutanasia. A los 15 días, debe volverlo a hacer, y dos días más tarde, el médico que le atienda le deberá explicar su situación, las alternativas terapéuticas y los cuidados paliativos que podría recibir. Todo ello asegurándose de que comprende la información que se le facilita. Entonces, el paciente tendrá 24 horas para formarse una opinión y confirmar si quiere seguir con el proceso.
A continuación, el facultativo deberá exponer el caso a un médico o médica consultor (un segundo especialista ajeno al proceso), que en 10 días deberá trasladar el caso a la comisión de evaluación y seguimiento que se creará en cada comunidad. El presidente de este órgano tiene dos días para asignar el caso a dos de sus miembros, que en siete días deberán trasladar su propuesta de autorizar la eutanasia o el suicidio asistido.
La resolución se comunicará en el plazo más breve posible al médico que la solicitó, que a partir de ahí deberá volver a hablar con el paciente para aplicarle (si es eutanasia) o proporcionarle (suicidio asistido) los medicamentos que van a quitarle la vida.
Es obligación de los sanitarios seguir y acompañar al enfermo en este proceso. En cualquier momento, el afectado puede renunciar al proceso, y los distintos médicos implicados pueden rechazar la propuesta, en cuyo caso la ley establece el sistema para recurrir.
La Ley de la eutanasia respetará a las personas con discapacidad
Una de las enmiendas de PSOE y Unidas Podemos añadidas al texto añade que “las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas tendrán garantizados los derechos, recursos y medios de apoyo” para recurrir a la solicitud de la eutanasia cuando, como el resto de personas, cumplan con los requisitos.
De esta manera, se reconocerán las lenguas de signos españolas para la solicitud y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas.
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