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Son muchas las familias que desde que los niños son pequeños apuntan a sus hijos a demasiadas actividades extraescolares, siendo el deporte la más empleada. En algunos casos, cargar a los niños desde edades muy tempranas con cierta actividad física puede pasar de ser beneficioso hasta incluso perjudicial.
Ejercicio físico: pilar fundamental de la vida
Uno de los pilares sobre los que se asientan unos hábitos de vida saludable es el ejercicio físico, o dicho de otra forma, sabemos que una vida activa y poco sedentaria es garantía de una mejor salud. Superada la adolescencia, el ser humano tiende a realizar cada vez menos ejercicio y su vida se convierte en más sedentaria, a diferencia de un niño pequeño que en cuanto puede se pone a jugar, correr, saltar o moverse.
Son muchas las ventajas de realizar deporte cuando eres pequeño, entre ellas destacan que el desarrollo de los músculos y huesos sea más fuerte, baja la probabilidad de tener sobrepeso, también baja la probabilidad de padecer diabetes tipo 2, a su vez, la tensión arterial y el colesterol estarán a unos niveles más bajos y, por último, te ayudará a tener una actitud mucho más positiva hacia la vida.
Aparte de disfrutar de las ventajas del ejercicio físico regular sobre la salud, los niños que están en forma duermen mejor. También son más capaces de afrontar los desafíos físicos y emocionales, desde correr para que no se les escape el autobús hasta estudiar para un examen.
A pesar de que la vida adulta suele ser más sedentaria que la de los niños, debemos mantenernos activos a lo largo del día, más allá del ejercicio físico que hagamos de forma programada, como, por ejemplo, aprovechando para subir las escaleras en vez de coger el ascensor o ir andando al trabajo.
Resulta fundamental que los padres inculquen a sus hijos el ejercicio físico y que eviten el sedentarismo como algo normal que hacemos a diario más que como una obligación. De hecho, está demostrado que los niños que practican deporte de pequeños o que su vida es menos sedentaria suelen mantener esa actividad en la edad adulta, sobre todo si sus padres también practicaban deporte.
La edad apropiada para cada deporte
- De 0 a 3 años: Desde los primeros meses el niño o niña deben ser estimulados. La llamada estimulación temprana en los primeros dos años de vida son actividades de desarrollo cardiovascular, muscular y sentido espaciotemporal del niño. Además de actividades que también estimulan el lenguaje y las emociones.
- De 3 a 5 años: A partir de los tres años hasta los 5 años el niño puede participar en actividades escolares y juegos de moderado a leves. El juego socializador, creativo, reglado y espontáneo –indica UNICEF- permite al niño moverse al tiempo que se relaciona.
- De 5 a 17 años: La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomienda que los niños y jóvenes, de 5 a 17 años, realicen actividades físicas consistentes en juegos, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados. Se invita a participar activamente a la familia, la escuela y la comunidad en estas actividades.
El grave problema del sedentarismo
Los niños y los adolescentes pasan mucho más tiempo sentados que antes. Pasan horas cada día delante de pantallas (televisores, smartphones, tabletas y otros dispositivos) consumiendo una variedad de medios (programas de televisión, vídeos, películas, juegos). Este exceso de tiempo delante de pantallas junto con un tiempo insuficiente de actividad física se añade al problema de la obesidad infantil.
Una de las mejores maneras de fomentar la actividad física en los niños es limitar la cantidad de tiempo que dedican a actividades sedentarias, sobre todo a ver la televisión o a utilizar otros tipos de pantallas.
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