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El ser humano es un ser sociable. Esto es algo que sabemos prácticamente desde que empezamos a tener consciencia sobre nosotros mismos. Las interacciones sociales han supuesto la base de la conformación de las civilizaciones y del mundo que conocemos hoy en día. Sin embargo, estas han ido cambiado, y hoy en día más que nunca, debido a la introducción de las nuevas tecnologías y las redes sociales.
Un reciente estudio publicado en la revista 'Taylor & Francis Online', realizado en la Facultad de Artes y Ciencias Franklin de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, y liderado por Christina Leckfor, comparó el impacto de las interacciones sociales en persona, con el uso de dispositivos móviles y la soledad. Los resultados realmente no han sido sorprendentes, pero sí muy interesantes con respecto al impacto positivo de relacionarnos, incluso si es con desconocidos.
Las interacciones sociales y su verdadero impacto en nosotros
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos organizaron cuatro grupos de estudio con los voluntarios. Dos de estos grupos se encargaron de realizar predicciones, mientras que los otros dos llevaron acabo las acciones, de esta forma, se tiene una imagen más completa de lo que pensamos y de lo que sucede llevado a la práctica. Las pruebas principales de la investigación consistieron en poner a los individuos a realizar tres actividades y luego valorarlas.
La primera de ellas consistía en mantener interacciones sociales con personas cara a cara, aunque estas eran desconocidas. Para la segunda, lo participantes podían interactuar con sus teléfonos móviles, tanto para enviar mensajes como para consultar redes sociales o cualquier otra acción. Finalmente, la ultima prueba consistía en quedarse solo en una habitación. Las preguntas se basaban en sus preferencias y luego en sus emociones al terminar la experiencia.
"Nos sorprendió que, aunque los participantes informaron una mejoría en su estado de ánimo después de hablar con un extraño, todavía clasificaron los mensajes de texto por encima de hablar con un extraño", afirma Leckfor. Sin embargo, aunque el móvil fue el principal elegido como entretenimiento, las interacciones sociales cara a cara demostraron generar un impacto mayor en la generación de emociones positivas al terminar la prueba.
"Esto podría significar que las personas no siempre reconocen los beneficios potenciales de una conversación o que no están priorizando esa información. También muestra que simplemente experimentar algo que nos resulta agradable no siempre es suficiente para que queramos hacerlo", añade la autora.
La soledad, no siempre una buena compañera
A pesar de que las interacciones sociales en persona se vieron algo reñidas en cuanto a los resultados con respecto a utilizar el teléfono móvil, lo que sí mostró resultados más claros y bajos, fue la tercera tarea, la de estar solos en una habitación. Fue la menos elegida y además la que mayores puntuaciones negativas generaba en cuanto al plano emocional.
"A cada participante del estudio se le indicó que pasara ese tiempo solo, no tenían otra opción ya que algunas investigaciones anteriores muestran que cuando las personas tienen la opción y eligen libremente pasar tiempo en soledad, lo disfrutan más que cuando se les impone", detalla la autora. En la investigación se vio claramente que las personas prefieren las interacciones sociales de cualquier tipo, frente a una soledad impuesta.
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