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La tercera ola de calor del verano en Italia azota al país, con una duración de 10 días y posicionándose como una de las más largas vividas hasta el último fin de semana de agosto.
Pero lo que viene preocupando es que el impacto del calor extremo ha llegado hacia las montañas, donde los glaciares del país, como el de la Marmolada han registrado hasta 13 grados durante estos días.
Este estrés térmico no se había visto nunca, ni siquiera cuando el pasado verano, con 11 grados, se dio un desprendimiento de dicho glaciar, que causó la muerte de 11 alpinistas.
Italia preocupa a los expertos por el cambio climático y sus glaciares
Estas temperaturas registradas en Italia y en dichas zonas de montaña, preocupan a los científicos y expertos, pues podría se causa de un deshielo no muy lejano en la zona.
Antonello Pisani, climatólogo, físico e investigador del Centro Nacional de la Investigación sobre este riesgo de deshielo en Italia y apostilla que “Las temperaturas siempre más altas hacen que los glaciares no estén en equilibrio. Tenemos que pensar que el efecto en la montaña es muy lento, lo que vemos ahora, responde a las temperaturas de los últimos 20 años. El calor de ahora mostrará sus afectos dentro de dos o tres décadas. Nuestros modelos de predicción dicen que si la temperatura no crece más perderemos al menos el 30 % de los glaciares italianos, en el mejor de los escenarios”.
La situación desembocará en una necesidad obligatoria de readaptación a los recursos hídricos, pues en Italia dependen más de la nieve que de la lluvia, más en las zonas del norte.
Y es que el verano en Italia, se han transformado y esto es sinónimo total del cambio climático. Tras este largo episodio de la ola de calor más intensa que se ha vivido en el país, se volverán a vivir temporales.
Esto lleva pasando durante toda la época estival en el país, y ha contrastado con un calor agobiante y asfixiante en el sur, y las alertas por fenómenos meteorológicos extremos en el norte.
Cambios en la circulación del aire
Pisani explica que el cambio climático ha dado a su vez un cambio en la circulación del aire atmosférico, pues “antes era predominante el anticiclón de las Azores que protegía todo el Mediterráneo del calor africano. Ahora las emisiones de gas serra han traído la circulación de anticiclones ecuatorianos y africanos sobre nuestra zona, también en España, que son mucho más calurosos. Cuando se retiran entran corrientes frescas que producen un contraste térmico muy fuerte, también con las aguas del Mediterráneo que son mucho más cálidas”.
Y es que no hacen falta más datos, lo estamos viendo con nuestros propios ojos, el clima extremo en verano en Italia está ocurriendo. Primero la sequía, para luego dar paso a lluvias y temporales cada vez más violentos. La crisis climática no puede mandar más señales, y el suceso de altas temperaturas en las montañas italianas es otro factor que indica como el clima que conocemos ya no volverá a ser el mismo.
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