En la vida los seres humanos nos enfrentamos a situaciones que pueden resultar muy exigentes a nivel mental y también emocional. Momentos de alto estrés y dolor emocional pueden considerarse como episodios traumáticos o de trauma. Estos episodios tienen sin embargo una particularidad, dejan huella en nuestro cerebro. Para tratarlos, existen distintas terapias psicológicas o farmacológicas, incluso alguna que implica jugar al Tetris.
Esta huella que el trauma deja en nuestro cerebro, se puede acabar experimentando de diferentes formas, ya sea a través de pensamientos intrusivos o recuerdos constantes del episodio en sí, haciendo que nos resulte complicado salir de ese momento concreto a nivel mental y centrarnos en el presente. Esto puede llevarnos a experimentar otros trastornos como la ansiedad o la depresión. La neurocientífica Emily Holmes, investigadora del trauma, ha querido implementar técnicas nuevas para tratar estos episodios a nivel mental, uno de ellos es tan curioso como introducir el Tetris en estos procesos.
El Tetris como herramienta para tratar procesos de trauma
Pero, ¿Cómo puede afectarnos tanto un recuerdo o la imagen de uno mismo? Esta experta en neurociencia explica en una entrevista para el programa 'Life Scientific' de la BBC, que esto se debe a que: "En lo que al cerebro respecta, una imagen mental es igual de real que una verdadera. Y si vemos algo, así sea brevemente, por supuesto que tenemos que reaccionar". Este hallazgo revolucionó el mundo de la psicología y abrió otros campos de terapia.
En 2005 concretamente, Holmes, realizó una de las investigaciones más importantes hasta aquel momento, y que sigue teniendo implicaciones hoy en día. Pudo demostrar que las imágenes son más poderosas que las palabras a la hora de dar forma a aquello que pensamos y sentimos, ya lo dice el dicho "una imagen vale más que mil palabras". Y, ¿Cómo encaja el videojuego Tetris en todo esto?
Sencillo, Holmes ideo un tipo de terapia cognitiva que se basaba en el uso de las imágenes, unido a un tratamiento digital que en aquel momento fue realmente innovador, usando el videojuego Tetris. La hipótesis de la que se partía para implementar el Tetris en la terapia era simple: nuestro cerebro no puede estar a dos cosas a la vez. "Significa que no puedes sostener una imagen en tu mente, como la imagen del trauma, y hacer otra cosa que también requiera que tengas una imagen en mente", explica la neurocientífica.
Ensayo y error
Lo que Holmes y su equipo buscaban era una forma de amortiguar el poder del recuerdo traumático. La clave estaba en distraer al cerebro enseguida de vivir un momento traumático con una imagen más potente para que el recuerdo no fuese tan intrusivo. "La primera vez que hicimos la intervención que diseñamos, las personas que jugaron a Tetris tuvieron recuerdos significativamente menos intrusivos del trauma una semana después que aquellos que no". Posteriormente se hicieron pruebas más exhaustivas con resultados igual de favorables.
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