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Estrella Gil es la autora del blog ‘Maternidad adaptada’, casi una guía para aquellas mujeres con alguna discapacidad que se enfrentan a la experiencia de la maternidad.
La escritora tiene una discapacidad física del 90 %, debido a una parálisis cerebral de nacimiento, que no frenó su deseo de ser madre. Como escribe en uno de sus libros: “Para conseguir avanzar hay que reconocer las capacidades reales que tenemos y esto no supone dejar de hacer algo, sino hacerlo de forma diferente”.
Esta catalana decidió ser madre a los 31 años y compartir su experiencia a través de un blog que posteriormente se transformaría en dos libros.
“Tenemos derecho a tener relaciones y decidir si ser madres o no”, asegura Estrella y añade con ironía: “Algunas mujeres con discapacidad nos hemos atrevido ‘incluso’ a tener hijos”. Las respuestas de esta licenciada en documentación y biblioteconomía son mordaces y directas.
La maternidad adaptada, un reto que ayuda a avanzar y a superarse cada día
En una entrevista a Servimedia, la escritora asegura que “la experiencia de la maternidad no se acaba nunca", aunque ahora su hijo Miquel sea ya un preadolescente.
Estrella aún recuerda aquellas miradas de censura cuando la veían pasear con su bebé en silla de ruedas. Han pasado los años y “ahora a mi hijo lo ven como a alguien que me ayuda, lo que me cabrea aún más”.
“Mi hijo no ha nacido con catorce años, ha sido todo un proceso y yo sigo siendo el adulto responsable para él. Él no es mi cuidador”, afirma con contundencia esta menuda mujer que es ya un referente para otras muchas en esto de la maternidad adaptada.
Cuando se encontraba en el tercer mes de embarazo a Estrella le asaltaron todos los miedos y las dudas. “Al plantearme el embarazo busqué información sobre maternidad y discapacidad y solo encontré un foro anglosajón, así que me decidí a crear un blog para contar mi experiencia, generando el contenido que me hubiera gustado encontrar al planear el embarazo”.
Así empezó a andar el blog ‘Maternidad adaptada’, que a raíz del éxito en internet acabó convirtiéndose en un libro donde Estrella repasa los momentos más duros de la crianza cuando “empleaba trucos como cambiar el pañal en la cuna en lugar de hacerlo en el cambiador”. “La verdad es que los primeros meses vives en modo piloto automático, pendiente de tu hijo, intentando averiguar cuáles son tus límites como cuidadora, papel que nunca te han dejado ejercer. Me sometí a mucha presión delegando lo imprescindible”.
Los hijos no perciben la discapacidad
La maternidad adaptada en silla de ruedas le ha permitido comprobar que los hijos no perciben la discapacidad. “Miquel aprendió solo con un mes a arquear un poquito su espalda para que lo cogiera mejor de la cuna. Mi hijo nunca ha dejado de pedirme un vaso de agua de pequeño porque me costara andar. Esto es algo común en los niños que tienen madres con discapacidad. Ellos ven que hacemos las cosas de manera diferente, pero que las hacemos al fin de al cabo”.
Para Estrella la maternidad adaptada es cuestión de “reinventarse cada día”, con la etapa de no querer ponerse la chaqueta o la de que al niño lo invitan a lugares no accesibles.
Y precisamente para poder llegar a todos los sitios con su hijo recurrió a la técnica del porteo, una experiencia que recogió en su segunda publicación: ‘Diario de una mamá canguro. Manual del porteo adaptado’.
La madurez de la experiencia te enseña a dejar a un lado las críticas
A sus 44 años, una Estrella más madura ha preferido dejar atrás los comentarios y las miradas críticas porque considera que "es mejor ignorarlas”, lo que importa es que “algunas mujeres con discapacidad hemos sacado a nuestros hijos adelante y con ello hemos cerrado muchas bocas”.
“Ser madre es duro en una sociedad que no concilia trabajo y familia. Ser persona con discapacidad es duro en una sociedad que no es accesible y no nos integra. Así que ser madre con discapacidad es realmente duro, la verdad, pero tienes a tu hijo que lo compensa”.
En cuanto al binomio maternidad-discapacidad no se trata de sacar pecho ni de demostrar nada. "No es una decisión baladí, pero tampoco hay que rechazarla por el hecho de tener una discapacidad”, asevera Estrella.
“Si se cuenta con apoyo médico y familiar es una experiencia muy positiva”. La escritora se lamenta de que todavía “en el entorno médico seguimos teniendo problemas con el trato recibido porque muchas veces se nos infantiliza”.
La maternidad adaptada necesita mayor igualdad, porque aunque se superan las barreras físicas, las mentales por parte de la sociedad, son aún más difíciles de superar.
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