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Que tan entrado el siglo XXI todavía sigan muriendo personas en el trabajo indica que algo no va bien en la economía, en la seguridad en las empresas ni en las condiciones en las que trabajan las personas. La Unión General de Trabajadores (UGT) publicó en su página web ‘El contador de la vergüenza’, una iniciativa con la que pretende denunciar “el drama” de la siniestralidad laboral, actualizando diariamente la cifra de personas que mueren “por el solo hecho de ir a trabajar”.
Además de en la página web de UGT, también estará visible en una pancarta en blanco y negro que se colocará en la sede central del sindicato en Madrid (Avenida de América, 25).
Infartos, derrames cerebrales, accidentes, plazos ajustados de entrega, jornadas largas de trabajo... son muchas las causas que ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de los empleados, que en casos extremos llegan a poner en riesgo su vida por poner un plato en la mesa. “Detrás de cada muerte hay verdaderas tragedias a diario para numerosas familias”, lamenta el sindicato, que denuncia que “la gran mayoría de estas muertes podrían evitarse con el cumplimiento riguroso de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, con más recursos para reforzar la prevención en las empresas y para aumentar el nivel de vigilancia por parte de la Inspección de Trabajo y con el cumplimiento de los convenios colectivos”.
Unas condiciones laborales más dignas
En su opinión, es preciso establecer unas condiciones laborales “más dignas”, porque los vínculos de la precariedad y siniestralidad son evidentes. “Es vital avanzar hacia un mercado laboral con empleo estable y de calidad y derogar ya las dos últimas reformas laborales, en especial la de 2012, que ha devaluado el trabajo, disparado la temporalidad y parcialidad de los contratos y ha promovido la aparición de riesgos psicosociales, muchos potenciadores de patologías que derivan en infartos y derrames cerebrales, primera causa de muerte en el trabajo”, agrega la organización sindical dirigida por Pepe Álvarez.
Asimismo, defiende que es necesario crear la figura del delegado territorial o sectorial de prevención para mejorar la seguridad y salud laboral en las pymes, “porque donde no hay representación sindical hay más riesgos”.
Por último, UGT insta al Gobierno a que ponga en marcha ya la mesa de diálogo social para abordar un plan de choque contra la siniestralidad laboral que aborde todos estos aspectos. “El objetivo debe ser que no se produzca ni una muerte más en el trabajo”, apostilla el sindicato.
UGT exige un Plan de choque más ambicioso contra los accidentes mortales
Solo en los primeros diez meses del año se produjeron 945.334 accidentes, y que 588 fueron mortales, según el avance de datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Aunque murieron 7 personas menos respecto al mismo periodo del año anterior (un 1,2 % menos) la cifra sigue siendo inadmisible y terrible.
Del total de accidentes mortales, 481 personas fallecieron durante la jornada, 21 menos que en el mismo periodo de 2020, y 107 fallecimientos fueron in itinere, lo que supone un incremento del 15,1 %. La primera causa de los fallecimientos, durante la jornada, volvieron a ser los infartos y derrames cerebrales, con 187, seguida de los accidentes de tráfico con 77 muertes. Para UGT influyen factores de riesgo como una excesiva carga de repartidores o mensajeros; los plazos ajustados de entrega; o incluso la falta de condiciones adecuadas de muchos vehículos.
Por otra parte, UGT considera que el Plan de Choque contra los accidentes mortales, presentado la semana pasada por el Ministerio , es poco ambicioso, porque no aborda las muertes laborales por las patologías no traumáticas. Tampoco dota a la Inspección de Trabajo de mayores recursos para ejecutarlo. Por eso, UGT considera que no estamos realmente ante un plan de choque sino ante una campaña más de la Inspección.
Para el sindicato la salud y seguridad de las personas trabajadoras debe ser reconocido como un derecho fundamental en el trabajo, tal y como viene demandando el movimiento sindical internacional. La siniestralidad laboral es un problema de primer orden y, por tanto, debe convertirse en una prioridad para las distintas administraciones y en uno de los ejes centrales de las relaciones laborales y de las políticas económicas.
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