Lectura fácil
Muchos menores en España buscan una familia que les acoja. Todos necesitamos una familia para desarrollarnos. La familia es el espacio más adecuado para que cualquier ser humano pueda desarrollar su personalidad de la mejor de las maneras. Nuestra familia es la que nos enseña a relacionarnos, las normas de convivencia, nos enseñan a integrarnos en la sociedad. El problema llega cuando todo esto no se puede hacer con nuestra propia familia.
'Mamás en Acción' es una comunidad de personas (no sólo somos madres, ni mujeres) que busca familias de acogida y además acompaña a los niños hospitalizados que no tienen padres o no pueden vivir con ellos.
Actualmente están en Valencia y Madrid. Su objetivo es llegar a los más de 49.000 niños en España que son tutelados por las administraciones y requieren del apoyo, impulso y cariño que todo niño necesita.
Se buscan padres dispuestos a acoger a estos niños invisibles
España está a la cola de Europa. Solo el 14 % de los niños sin familia viven en acogida. En Suecia, por ejemplo, llegan al 70 %.
Los centros de acogida responden a las necesidades básicas, pero no alcanzan en cuanto al cariño, afecto y seguridad que puede aportar una familia de acogida.
“Queremos visibilizar y monitorizar el problema, con el objetivo de vaciar los hogares infantiles de niños, porque todos tienen derecho a crecer en una familia”, afirma Majo Gimeno, la creadora de 'Mamás en Acción' e impulsora del programa ‘Ni un niño sin familia’.
Lo mejor para un niño es estar con una familia. Además de los más de 49.000 niños mencionados, en España, cada 84 minutos un menor es maltratado en el ámbito familiar, 6.038 víctimas en un año, según el último informe del Ministerio del Interior . Sólo un 10% de los casos de violencia se notifican, según el último balance de Intermon Oxfam publicado en 2019. Además, si los niños han de ser hospitalizados, generalmente son aislados de su entorno cercano para que no se manipulen pruebas o se acceda a datos médicos relevantes.
Al mismo tiempo, en España, 1 de cada 6 hogares de clase media entró en la pobreza durante la crisis y no hemos recuperado la situación anterior, según informes publicados por Oxfam Intermón a principios de este año. Familias que no pueden permitirse los enseres básicos cuando nace un hijo y que además, si uno de ellos desarrolla una enfermedad crónica o terminal, han de renunciar a sus ingresos para acompañar al niño en el hospital o dejarlo solo durante su hospitalización para no poder el sustento familiar.
Acoger es querer
No hace falta ser millonario para acceder a un programa de acogimiento, igual que en la maternidad biológica. Tampoco hay instrucciones, sino un esfuerzo y aprendizaje constante que aporta beneficio mutuo.
Solo hace falta ser mayor de 25 años, una situación afectiva equilibrada y un entorno familiar conciliador.
El mayor problema con el que se encuentran estos niños invisibles que buscan una familia es la desinformación. Debemos dar voz a estos más de 49.000 niños para generar un movimiento social que actúe, porque cuando falla todo lo demás, la familia siempre debe estar ahí para ayudar.
Muchos niños han pasado por situaciones traumáticas que eclipsan su infancia. Sus padres no son capaces de atenderles por dejadez, por problemas psicológicos, escasez de recursos, malas condiciones de habitabilidad o una estructura social inadecuada. Muchos tienen adicciones al alcohol, las drogas o el juego. En los peores casos estos menores han sido víctimas de malos tratos o de abusos por parte de sus progenitores.
Es más, la pandemia por coronavirus ha empeorado la situación y millones de niños invisibles se encuentran en situación de riesgo o desamparo y necesitan cariño y cuidados.
El acompañamiento es el programa estrella de Mamás en Acción
¿De verdad hay niños que pasan dolor sin un padre o madre que les consuele? Majo se dio de bruces con esta realidad después de ser madre primeriza: “Yo me enteré de que había un niño solo en el hospital, que estaba malito y me chocó. No lo entendía. Mi primera reacción fue: '¿Puedo ayudar, me puedo quedar un rato o venir esta noche?”. Y a partir de ahí empezó todo.
Pero el objetivo final es aprovechar la infancia de los niños para no perder la educación de las emociones, para llenar los vacíos y sanar las heridas afectivas, y por ahí es donde enfocan ahora 'Mamás en acción' sus esfuerzos, con el programa de acogida: “Estamos formando a los adultos del mañana, y un niño que no crece con cariño no sabe querer. Un niño que no es amado, que no ha experimentado lo que es sentirse querido, no sabe cómo querer a los demás. Eso no lo digo yo, eso lo he aprendido durante todo este proceso”, explica Majo a EL PAÍS durante una entrevista.
Añadir nuevo comentario