La obesidad infantil se disparará después de la pandemia

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09/01/2021 - 08:30
Niño con obesidad en el sofá / Mapfre

Lectura fácil

La pandemia está teniendo efectos no deseados en la salud de los menores españoles. El confinamiento y el empeoramiento de la situación económica de muchas familias derivado del mismo podría desembocar en un aumento de patologías como el sobrepeso y la obesidad infantil en niños de familias de clase baja. 

La obesidad infantil es un grave problema de salud pública

Así lo auguran desde la Fundació Pere Tarrés y su informe 'Infancia y Salud en Cataluña y España', que alerta de que los menores de hasta 14 años de estratos sociales más desfavorecidos tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud crónicos así como patologías de riesgo cardiovascular, entre las que está incluida la obesidad infantil. 

Todo esto podría deberse a los confinamientos domiciliarios y limitaciones a la movilidad. Esta afirmación, que sostiene el informe, está estrechamente relacionada con el estilo de vida y la alimentación que llevan los más pequeños, incluso antes del estallido de la pandemia. 

Los niños pasan más tiempo frente a pantallas y apenas practican deporte

El estudio de la Fundació Pere Tarrés sostiene que, en Cataluña, el porcentaje de obesidad infantil creció hasta el 12,5 % en el año 2018.

En estos malos datos de salud infantil, tiene mucho que ver el estilo de vida que lleven los pequeños. Los de clase baja son los que tienen un día a día menos activo, pues tiendan a pasar más horas frente a las pantallas, cerca de 12 minutos más al día respecto a los niños de clase alta. 

La diferencia más notable se da entre chicos de distintas clases sociales

Mientras que el 6,7 % de menores de familias acomodadas padecen obesidad infantil, la cifra asciende hasta el 19 % en niños de clases muy bajas.

Una diferencia "abismal" que, según alerta la Fundació Pere Tarrés, probablemente será más notable en estos meses posteriores al confinamiento. 

El mencionado sedentarismo es fruto de la dificultad que experimentan las familias con menos recursos para pagar actividades físicas a sus hijos, agravadas por la pandemia y los ERTE y ERE que han afectado a muchas familias. Al respecto la discriminación por género existe, las niñas de clase baja son las que menos practican deporte. 

La alimentación es otro de los factores clave que influyen en los malos datos. Los niños de clase baja consumen un 12 % más de productos hipercalóricos y bebidas azucaradas y, a la vez, un 17 % menos de fruta fresca al día. 

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