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Las universidades españolas han logrado posicionarse en el décimo lugar de Europa y en el octavo dentro de la Unión Europea en cuanto al número de patentes académicas solicitadas. Esta información se extrae de un reciente informe de la Oficina Europea de Patentes (OEP), que resalta el incremento en las solicitudes de patentes provenientes de universidades europeas durante las últimas dos décadas.
En particular, se ha observado un crecimiento notable en la capacidad innovadora de las instituciones académicas en España, que representa el 3,23 % de todas las solicitudes de patentes académicas presentadas en Europa, con un total de 3.460 patentes.
Universidades líderes en innovación
El informe destaca que varias universidades en España están a la vanguardia en términos de generación de patentes. Las tres instituciones que lideran esta lista son la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad Politécnica de Valencia. En total, 75 universidades españolas han presentado al menos una solicitud de patente europea entre los años 2000 y 2020.
La Universidad de Barcelona encabeza la lista con 330 solicitudes, seguida de cerca por la Universidad Autónoma de Barcelona con 328 y la Universidad Politécnica de Valencia con 301. Otras universidades que también se destacan incluyen la Universidad Politécnica de Cataluña (BarcelonaTech) y la Universidad Politécnica de Madrid, con 298 y 260 patentes, respectivamente.
Es significativo que las patentes académicas representen el 14,6 % de todas las solicitudes de patentes europeas presentadas por españoles en el mismo período. Esto refleja no solo la creatividad y la investigación llevadas a cabo en las universidades españolas, sino también su potencial para impactar en el desarrollo tecnológico y económico del país.
Desafíos y oportunidades
A pesar de estos logros, el presidente de la OEP, António Campinos, señala que Europa enfrenta desafíos en la comercialización de las invenciones académicas. Aunque la región tiene una rica tradición de excelencia académica, a menudo hay obstáculos que impiden que estas innovaciones se traduzcan en aplicaciones comerciales efectivas. “Este estudio arroja luz sobre la capacidad inventiva académica en toda Europa para contribuir con evidencias al desarrollo de políticas y estrategias”, afirmó Campinos.
El informe también enfatiza la importancia de aprovechar el potencial que ofrecen las patentes a través de licencias, acuerdos de colaboración y la creación de 'spin-outs' (empresas emergentes basadas en la investigación). De esta manera, las universidades pueden no solo aumentar el valor de mercado de su trabajo, sino también maximizar su impacto social. Campinos advierte que “como subraya el reciente informe Draghi, todavía queda mucho trabajo por hacer para lograr un mercado único de investigación y tecnología en Europa”, lo que pone de manifiesto la necesidad de mejorar la interconexión entre el ámbito académico y el empresarial.
A pesar de los desafíos, el informe revela que el 10 % de las startups con patentes académicas tienen su sede en Estados Unidos, lo que indica que hay una gran oportunidad para que Europa se posicione mejor en este ámbito. Las universidades españolas, al continuar desarrollando su capacidad de innovación, tienen el potencial de aumentar su influencia no solo en el mercado europeo, sino también a nivel global. Esto no solo beneficiaría a las instituciones académicas, sino también a la economía del país y a la sociedad en general.
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