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La tendencia hacia productos locales y artesanales ha arraigado firmemente en la mentalidad de los consumidores. Investigaciones recientes, como la realizada por el Journal Research Consumer y la Universidad de Arkansas, evidencian que la nostalgia influye en el aumento del gasto, y que estamos dispuestos a pagar un extra por productos locales debido a la percepción de mayor calidad y salud.
Esta inclinación hacia los productos locales se manifiesta especialmente en la época navideña, donde los consumidores buscan alternativas sostenibles, artesanales y locales para sus celebraciones.
Esto ha creado una demanda inédita de marcas comprometidas con la autenticidad, la responsabilidad ambiental y la calidad artesanal.
Conciencia sostenible y valoración de lo artesanal
La preferencia por los productos locales se atribuye en gran medida a una creciente conciencia de sostenibilidad entre los consumidores españoles, que cada vez más conscientes de su impacto ambiental, se han vuelto selectivos y se fijan en los valores de las marcas que eligen. La preferencia por estos productos se ha convertido en una forma tangible de apoyar la economía local y promover prácticas comerciales sostenibles.
Esta inclinación hacia lo local también refleja la conexión emocional con lo artesanal, auténtico y de alta calidad. Los consumidores valoran los productos elaborados con dedicación y cuidado, más cercanos a las tradiciones y técnicas culinarias regionales. Este resurgimiento del interés por lo auténtico ha renovado la valoración de los productos artesanales en las festividades navideñas.
En este contexto, son muchas las marcas que ofrecen alimentos y bebidas que pueden perfectamente presidir las mesas navideñas, productos que capturan la autenticidad, la sostenibilidad y el compromiso con las tradiciones locales.
Marcas y productos emblemáticos para las festividades
Numerosas marcas han emergido como embajadoras de la autenticidad y la sostenibilidad en la mesa navideña. Desde Conservas Ortiz, reconocida por su enfoque en la pesca responsable, hasta 1880, célebre por sus turrones artesanales, estas marcas encarnan la creciente preocupación por la sostenibilidad y lo autóctono.
Desde Cataluña, Perucchi, marca recientemente adquirida por el grupo Magellan&Cheers, ofrece un vermut artesanal, resultado de una selección de vinos y mistelas procedentes del Alt Empordà, Valencia y La Mancha macerados con una combinación de más de 50 variedades de hierbas, frutas y raíces. Incluso el tapón de las botellas de Perucchi está elaborado con materia prima local: corcho de alcornoque del Alt Empordà y madera de haya de la comarca de Osona. Perucchi es la primera marca española adquirida por Magellan&Cheers, cuyo objetivo es crear una alianza de bebidas espirituosas icónicas, de producción local y de alta calidad.
Para acompañar este vermut, nada mejor que las tradicionales galletas Birba, procedentes de Camprodon (Cataluña). La propia marca asegura que sus galletas están elaboradas con una cuidada selección de los mejores ingredientes naturales, como los huevos procedentes de granjas de la provincia de Girona o las almendras, de Cataluña, Levante y Baleares.
Por su parte, Castillo de Holanda, especializada en quesos, ha respondido a la demanda de productos lácteos locales y sostenibles. Sus quesos, elaborados con leche de granjas canarias, son un testimonio de la creciente tendencia hacia los alimentos producidos a nivel regional. Los quesos de Castillo de Holanda cuentan con el distintivo de calidad de los productos de las Regiones Ultraperiféricas de la Unión Europea y hacen uso de la marca ‘Elaborado en Canarias’ de la Asociación Industrial de Canarias (ASINCA). Ambas insignias reconocen que el 100% del proceso de elaboración y de envasado del producto se ha realizado en el archipiélago con leche de cabra originaria de las mejores ganaderías de Fuerteventura.
Finalmente, desde la región de Murcia, Alvalle ha elevado la experiencia del gazpacho utilizando tomates y hortalizas locales. Este producto fresco y sabroso es una opción popular durante las celebraciones, resaltando la preferencia de los consumidores por alimentos frescos y saludables producidos localmente. Alvalle lleva más de 30 años elaborando sus recetas de forma tradicional con ingredientes naturales, de proximidad y con aceite de oliva virgen extra de cooperativas andaluzas. Según indican, para garantizar la mayor frescura, sus hortalizas provienen de huertas a menos de 200 kilómetros de la fábrica ubicada en Alcantarilla.
Todos estos productos locales no son solo alimentos y bebidas de alta calidad para las celebraciones, sino que también contribuyen significativamente al fortalecimiento de la economía local y a la preservación de la rica herencia culinaria española.
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