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Tanto desde la ciencia como la medicina y el área de salud mental, no hacen más que repetirnos que el ejercicio físico es esencial para mantenernos sanos de forma general. Sin embargo, es algo que solemos desplazar de nuestra rutina diaria al considerar que supone un alto esfuerzo o porque no tenemos tiempo suficiente para invertirlo en la actividad física. Sin embargo, se ha demostrado que no es necesario pasar horas haciendo deporte para notar sus beneficios a largo plazo en el cuerpo.
Dos investigaciones publicadas recientemente en la revista especializada 'European Heart Journal', asegura que con 20 minutos de ejercicio físico vigoroso a la semana, se podría llegar a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas hasta en un 40 %, así como la mortalidad por todas las causas. Pero además, otro artículo publicado por un grupo de investigadores, demostraron que las pequeñas ráfagas de ejercicios, también tenían un importante impacto.
Las ráfagas de ejercicio físico metidas en la rutina diaria
Empecemos explicando con más detalles estos estudios. El primero de ellos, tomó información del Biobanco de datos del Reino Unido, contrastando todo tipo de información de más de 70.000 adultos para llegar a la conclusión de que el ejercicio físico es imprescindible para alargar la vida.
De esta misma fuente, esta vez tomando una muestra de 25.000 personas que no hacían ejercicio con regularidad, investigadores de la Universidad de Sidney, publicaron un artículo en la revista 'Nature Medicine', en el que planteaban que las pequeñas ráfagas de ejercicio físico en nuestro día a fía, es decir, actividades tan sencilla como cargar la compra, subir unas escaleras o caminar más rápido al trabajo, (situaciones que suponen un esfuerzo ligeramente mayor al normal), también tenían un importante impacto en la salud.
Emmanuel Stamatakis, uno de los principales autores de esta última investigación, explicaba en una entrevista para el medio El País, que “Este es el primer estudio con wearables centrado específicamente en los efectos sobre la salud de la actividad física que se realiza como parte de la vida diaria”. Estos pequeños esfuerzos que hacemos a diario, compondrían lo que los investigadores bautizaron como VILPA (por sus siglas en inglés, cuya traducción vendría a ser 'actividad física vigorosa de estilo de vida intermitente'.
Los VILPA y su impacto en la salud
El ejercicio físico al que nos someten estos VILPA, tiene importantes ventajas frente al realizar deporte de forma estructurada, ya que no requiere ningún compromiso de tiempo ni desplazamiento.
“En nuestra investigación encontramos que apenas entre tres y cuatro ráfagas de VILPA de un minuto cada una al día se asociaron con una reducción de casi el 50% en el riesgo de mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares en comparación con las personas que no llevaban a cabo ese ejercicio; y de casi el 40% en el riesgo de mortalidad por todas las causas y por cáncer", explica Stamatakis.
"La actividad física vigorosa es muy potente, especialmente cuando es intermitente y repetida", añadió el investigador. Subir ese tramo de escaleras en el metro o decidir correr al bus para no perderlo, también es un ejercicio físico que podría alargar y mejorar nuestra salud.
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