Los significados de ser declarado persona “non grata” en España y las relaciones diplomáticas

Las relaciones diplomáticas pueden complicarse más allá de los apretones de manos. Cuando surgen tensiones entre países, estas pueden erosionar los lazos diplomáticos e incluso afectar a los ciudadanos y empresas. Esto puede comenzar con un malestar entre líderes políticos por declaraciones o acciones específicas, y desencadenar una crisis diplomática.

En respuesta, se pueden tomar medidas que van desde declarar a personas 'non gratas' hasta la ruptura completa de las relaciones políticas entre los países involucrados.

Las relaciones diplomáticas entre las naciones es una realidad

Las relaciones diplomáticas entre naciones a menudo se presentan como un escenario de camaradería y cooperación, pero la realidad es que pueden ser frágiles y volátiles, sujetas a tensiones y conflictos latentes que pueden surgir en cualquier momento. La diplomacia internacional es un delicado equilibrio entre intereses divergentes, donde las diferencias ideológicas, políticas y económicas pueden desencadenar rápidamente situaciones tensas y confrontaciones.

Cuando surgen tensiones entre las relaciones de dos países, ya sea por diferencias ideológicas, disputas territoriales o conflictos comerciales, los lazos diplomáticos pueden desgarrarse rápidamente, afectando no solo a los gobiernos implicados, sino también a sus ciudadanos y empresas.

El punto de partida para una posible ruptura diplomática suele ser un malestar entre los líderes políticos, provocado por alguna declaración polémica o un acto controvertido. Este malestar puede transformarse rápidamente en una crisis diplomática, con consecuencias que van desde la retirada de embajadores hasta la imposición de sanciones económicas.

¿Qué es ser una persona "non grata"?

Una de las medidas que los países pueden tomar para mostrar su descontento es declarar a una persona como "non grata". Según la Real Academia Española (RAE), una persona non grata es aquella que es considerada "indeseable por un Gobierno o institución". 

Esto implica, según el Artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, la retirada de esa persona o la terminación de sus funciones en la misión que tenga en el país.

Sin embargo, en la práctica, esta medida tiene más valor simbólico que efectivo. Como señala Antonio Alonso Marcos, experto en Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, declarar a alguien non grato es principalmente una "mera declaración" que no tiene repercusiones directas. Para que tenga un impacto real, debe ir acompañada de otras medidas, como la prohibición explícita de entrada al país con una orden.

Sonia Hernández Pradas, Doctora en Derecho Internacional Público en la Universidad Francisco de Vitoria, también enfatiza que, en el caso de diplomáticos extranjeros, ser declarado non grato puede resultar en la pérdida de inmunidades y privilegios diplomáticos, pero más allá de eso, tiene pocos efectos prácticos.

Las opiniones de los expertos sugieren que las consecuencias de ser declarado non grato pueden ser diversas. Entre ellas se menciona la disminución de la credibilidad internacional del individuo o la entidad representada, así como la posibilidad de perder acuerdos comerciales o privilegios diplomáticos específicos en el país donde se le declara non grato.