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Repsol ha lanzado varios proyectos que apuestan por las conocidas ‘tecnologías de emisiones negativas’ (NET, por sus siglas en inglés), que son aquellas que retiran CO2 de la atmósfera.
Desde potenciar los océanos y los suelos como sumideros de carbono a la producción de bioenergía combinada con el secuestro de CO2, la compañía desarrolla proyectos de uso y almacenamiento de CO2, al tiempo que a través de Fundación Repsol participa en una empresa de reforestación.
Para la petrolera, primera compañía de su sector en asumir el reto de ser cero emisiones netas en 2050, es muy importante reducir todo lo posible el CO2 emitido.
Repsol pretende convertirse en una empresa cero emisiones netas para el 2050
"Esa mitigación tendrá un límite y encontraremos emisiones que no se puedan abatir, por lo que también deberemos recurrir a estas ‘tecnologías naturales’ que nos permitan acomodar carbono en suelos, bosques u océanos", explica en un informe Antonio López, gerente de Energía y Cambio Climático de Repsol.
La compañía tiene iniciativas en estudio para prevenir la deforestación en Malasia, Perú o Colombia y, en aquellos proyectos en los que es preciso, realiza un estudio de impacto medioambiental “donde la protección de la biodiversidad es muy relevante”.
Otra iniciativa para contribuir a la lucha contra el cambio climático es la adquisición del 21,39% del capital de Sylvestris, a través de Repsol Impacto social, un proyecto de Fundación Repsol destinado a desarrollar empresas que trabajen en la transición energética y la inclusión de colectivos vulnerables.
Sylvestris es una empresa española de restauración forestal y con el apoyo de la compañía petrolera, esta empresa social prevé repoblar más de 2.200 hectáreas de árboles hasta 2024, que absorberán 165.000 toneladas de CO2.
En el ámbito académico, Fundación Repsol ha puesto en marcha una Cátedra de Transición Energética en la Universidad de Barcelona para promover el conocimiento y la divulgación de los distintos sistemas de recuperación y aprovechamiento de CO2 y acercar el concepto de transición energética a la sociedad.
El hidrógeno verde y las energías renovables
Asimismo, con el soporte científico de su centro de investigación Repsol Technology Lab, la compañía está evaluando, en todos sus proyectos de 'upstream' en desarrollo, la opción de neutralizar las posibles emisiones de CO2 capturándolo y almacenándolo geológicamente: “En algunos proyectos no es factible porque no se encuentra la estructura geológica adecuada, pero siempre que sea viable, lo haremos”, apunta López.
El CO2 capturado se puede almacenar o se puede usar como materia prima en aplicaciones muy diversas, desde la producción de combustibles sintéticos a plásticos para la horticultura.
Además, el centro de investigación de la compañía desarrolla una tecnología que convierte el CO2 capturado en materia prima para un amplio espectro de productos, desde la síntesis de polímeros y la obtención de combustibles sintéticos a su incorporación a materiales de construcción, entre otros.
En esta línea, Repsol ha lanzado en las proximidades de su refinería de Petronor un proyecto para desarrollar una de las mayores plantas de combustibles sintéticos del mundo, cuyas únicas materias primas serán el CO2 y el hidrógeno verde generado a partir de la electrólisis del agua con energía renovable.
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