Lectura fácil
La actividad física de salir a correr en ayunas es bastante popular desde los últimos años, tanto es así, que se comparte la idea de que tiene múltiples beneficios para perder peso y mejorar el rendimiento deportivo.
El caso, es que los expertos se ponen serios, y señalan que antes de ponerla en práctica en nuestra rutina de ejercicio, tenemos que tener en cuenta algunos factores personales.
Ante esta controversia en el mundo deportivo, la evidencia científica se sitúa en un punto medio, pues algunos estudios sugieren determinadas cosas a favor y otras no tanto para esta práctica.
Correr en ayunas: factores a tener en cuenta
Se piensa y se demuestra como correr en ayunas favorece a la quema de grasa, pues haciendo esto, el cuerpo cuenta con menos glucosa, por lo que recurre a las reservas de grasa para la obtención de energía.
Pero algunos estudios sugieren que la práctica de este ejercicio en ayunas aumenta la oxidación de grasas, mientras que otros indican que no se da una diferencia significativa si se compara con salir a correr después de haberse alimentado.
Los estudios que avalan el salir a correr en ayunas exponen que esto ayuda a que el cuerpo se adapte a los entrenamientos prolongados, pues aumentando la producción de enzimas, la capacidad del organismo para utilizar los ácidos grasos como fuente de energía se aumenta también.
Pero otros indican que esto puede dar lugar a que se necesite de un tiempo y una frecuencia mucho más prolongados y que puede acabar influyendo en la disminución del rendimiento, y más si se dan entrenamiento intensos o de larga duración.
Claro que, a la hora de decidir salir a correr en ayunas no debemos de olvidarnos de las necesidades individuales, haciendo caso a todas las señales de nuestro cuerpo.
Y es que lo que resulta beneficioso para unos, es nefasto para otros, y más si se cuenta con condiciones médicas anteriores o que requieren de un nivel de energía constante durante el ejercicio.
Algunas de las señales que te indican que esta actividad no es la adecuada para ti son los mareos, debilidad o fatiga extrema, por lo que deberías replantearte seriamente el dejar de realizar ese ejercicio.
En caso de decidir correr o entrenar en ayunas, hemos de seguir unas pautas que contribuyen con nuestra seguridad de forma efectiva:
- Mantenerse hidratado, es crucial, y más si no hemos comido.
- Debemos de comenzar de forma progresiva, con carreras cortas y de menor intensidad, para ir viendo como responde nuestro organismo.
- Escuchar al cuerpo. Si experimentamos algún malestar, deberíamos considerar el ingerir algo ligero antes de entrenar.
Tener en cuenta a los profesionales
Si, correr en ayunas puede ser una opción para algunos, pero para otros no, por lo que siempre recomendamos seguir los consejos de los expertos en deporte y en salud. Son ellos los que nos pueden guiar y marcarnos las pautas adecuadas para realizar un entrenamiento adecuado a nuestro organismo y a nuestras características físicas.
Añadir nuevo comentario